Si usted es uno de esos seres anormales que habita este universo y no sabe quién es Frank Underwood, lo invito a que sin importar la forma o el medio, se vea las cuatro temporadas de esta magnífica serie que ya es insignia de la popular plataforma de OTT llamada Netflix. Política, drama, suspenso, sexo, amor, miedo, rivalidad, ambición y poder, son solo algunos (y los más frecuentes) recursos usados por los productores para esta cuarta temporada de House of Cards. La tentación de lanzar spoilers es inmensa, y es que capítulo a capítulo la historia te va envolviendo al punto de crearte una necesidad indescriptible de saber qué pasará en los minutos siguientes. La miseria de la política estadounidense parece haber sido un híbrido de los más sucios estilos políticos de cualquiera de los países en los que ustedes y yo hayamos vivido. House of Cards habla de comunicación, de mercadotecnia, habla de la prensa y del poder de la información. Y aunque está ambientada en los Estados Unidos, son historias de traición inspiradas en anécdotas de cualquier presidente de cualquier nación. El reparto parece haber nacido exclusivamente para interpretar a cada uno de los personajes que dan vida a esta maquiavélica historia. Kevin Spacey da cátedra actoral dando vida a Frank Underwood, un hombre capaz de absolutamente todo, repito nuevamente, absolutamente todo con tal de lograr sus más ambiciosos planes. Spacey hace gala de sus encantos artísticos, encantos que en 1995 lo hicieron merecedor al premio de la academia como Mejor Actor de Reparto por The Usual Suspects, y luego en 1999, el Oscar de Mejor Actor por American Beauty. Ahora con House of Cards, Kevin Spacey ya ha sido reconocido con el Globo de Oro (2014) como mejor actor de televisión en una serie dramática. También en esa misma categoría recibió el premio SAG, tanto en el 2014 como en el 2015. La semana pasada vi por segunda vez la tercera temporada para estar a tono del estreno de la cuarta, esta última me la devoré en dos sentadas quedando con ganas de que ya sea el 2017 para recibir la quinta temporada de esta magnífica serie. Las altas expectativas que había sobre la nueva entrega de la producción de Netflix tuvieron un impacto también en la bolsa. De hecho, el viernes, las acciones de la compañía subieron 3,73%, hasta los US$ 101,58, anotando su mayor valor desde enero pasado. Netflix tiene más de 75 millones de suscriptores y la meta, según los analistas, es que alcance los 96 millones este año. House of Cards muestra que en la condición humana nadie se escapa de la vulnerabilidad, en esta cuarta temporada todos los fuertes parecen caerse por un momento, sin embargo, un guión extraordinario le da giros inesperados a la historia que parece imposible de descifrar y que obliga a estar atento a lo que sucede. House of Cards: ¿Neta, no la has visto? Hágame caso, véala.
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