No, no vamos a hablar de mapas ni de dónde vives porque no todas las localizaciones son geográficas ni son absolutas, alguna incluso tienen sentido por estar referenciadas a una tercera. La propiocepción es un sentido humano cuyo objeto es informar al organismo de la posición de los músculos, gracias a ella sentimos la posición relativa de las partes corporales contiguas. Curioso, verdad, algo que es tan transparente y ajeno a nuestro conocimiento se perfila como la silenciosa base motriz del ser humano. Pensar en algo que viene innato es irrelevante porque en ocasiones ni tenemos sentido de ello. Pero esos son, precisamente, los aspectos que mayor quebranto nos infringen y en los que sólo pensamos cuando un día nos faltan. Dada su sensatez funcional, me permito «exportar», aunque sea para la ocasión, el concepto propiocepción al ámbito empresarial. ¿Es importante tener conciencia de las referencias que configuran nuestro día a día profesional? Por descontado, y no sólo ser consciente sino saber cómo gestionarlas para configurar así un posicionamiento lo más idóneo posible. Desde que el ser humano hace uso de razón, lo urgente y lo importante ha condicionado nuestras vidas. El primero es objetivo y absoluto al depender del tiempo que falta para que algo suceda mientras que el segundo es subjetivo y relativo ya que se mide según el resultado que se obtenga de ese algo, y esa importancia se otorga sólo según mis criterios. Sin embargo, desde que la empresa es empresa, ambos van cogidos de la mano y entre los dos han conseguido diseñar espacios de coexistencia lo que perfila, dependiendo en cada caso del peso e implicación de cada una, las 4 localizaciones en que nos movemos en nuestro entorno profesional. Y dependiendo de dónde estemos, seremos eficientes o tendremos problemas. ¿Entonces, mi pericia profesional y mis posibilidades se resumen en 4 localizaciones? En verdad sí, pero no es tan simple. Todos trabajamos con objetivos pero en realidad no es así, lo que hacemos es trabajar con los tiempos y los recursos que nos permiten conseguirlos. Y dependiendo de la gestión de los recursos en el tiempo enfrentaremos 4 localizaciones. LOCALIZACIÓN 1 Empezamos por la más curiosa, la que quizás es de más fácil comprensión pero en la que, por contra, viven muchos profesionales y empresas. Cuando estoy tratando algo que no es ni importante ni urgente me estoy moviendo en la localización de ELIMINACIÓN. ¿Cuánta gente conocéis se pasa el día haciendo cosas insustanciales que nunca conducen a nada y menos a la consecución de sus objetivos? Entonces, ¿por qué siguen allí? No es fácil de entender, probablemente haya que ser ellos, lo que sí es cierto es que todos conocemos a más de uno que llena sus horas del día con cualquier cosa que le justifique sus quehaceres. ¿Qué consiguen? Nada de nada, pero allí siguen. Parece surrealista, parece ilógico. En verdad lo es, pero hay que atenerse a la realidad. Ya sabéis, si manejáis algo así, pasadlo a eliminación. LOCALIZACIÓN 2 Seguimos con la otra localización complicada, la de la DELEGACIÓN. ¿Complicada por qué? La razón nos viene de la experiencia: delegar no es nada fácil. Mejor dicho, saber delegar no es sencillo. La confianza es la esencia de la delegación pero vivimos en el país del «si quieres hacer algo bien, hazlo tú mismo» No parece que el refranero nos ayude, la verdad. Ante 2 hechos urgentes debo discriminar el que es no importante y delegarlo. Si lo pensáis bien es un tema de lógica. Dos acciones con dos variables por acción, al igualarse una variable en ambas, la restante es la que discrimina y, en este caso, le toca a la no importante. Hay que aprender a pasar el testigo para cumplir tus objetivos, de ahí la importancia de rodearse de profesionales capacitados y capaces de asumir sin riesgo la delegación de tareas. Hoy día, por lo frenético de los tiempos donde todo es urgente, deberíamos acercarnos bastante a la localización 2. LOCALIZACIÓN 3 Éste es el que da nombre a la enfermedad crónica de nuestro siglo: el estrés. Cuando todo es urgente e importante a la vez sobreviene el caos y el descontrol, cargándonos de ansiedad y estrés. ¿Cuánta gente conocéis que tiene siempre 10 cosas que hacer a la vez y de vital importancia porque todas son «para ayer»? Y todo con el agravante que para ellos siempre es «ayer». Pero rebobinemos, si existiese tal escenario y esos profesionales consiguiesen soportar el estrés y sacar resultados, los objetivos de las empresas caerían como larvas ante una fumigación y las empresas llevarían una velocidad de crucero que aplastaría parte de la crisis. ¿Pero no es así, verdad? Un elevado porcentaje de profesionales vive constantemente «liado». Quizás el lío está más en su cabeza que en tierra firme. Con casi total seguridad, carecen por completo de capacidad para diferenciar cuáles de las 4 variables asignar en pareja a cada tarea. Eso sí, es la localización de los imprevistos y esos, siempre deben ser atendidos porque de una forma u otra, llegan y son puntuales. Es la localización de la CRISIS. LOCALIZACIÓN 4 La interesante, el lugar en el que quiero estar. Ahí gestionaremos la importancia de las tareas de forma que cuando vayan a convertirse en urgentes, las hayamos liquidado. Atender a aspectos como la anticipación y previsión, la correcta gestión de los tiempos de un objetivo, la efectividad en asignar prioridades o la capacidad de manejar la tarea con solvencia nos conduce a la localización 4. Y cuando trabajamos en equipo, esas características acentúan la necesidad de hacer campamento en la localización 4 y pasar allí el mayor tiempo posible. Es la localización de la PLANIFICACIÓN donde las cosas importantes no llegan nunca a su estado de urgencia, cuando la organización y la citada planificación nos permiten elevar la eficiencia a cotas de finalización de acción en tiempos alejados de los horizontes de entrega. Ser capaces de controlar y encariñarnos con la «no urgencia» nos convierte en excelentes conseguidores de objetivos. Como vemos son 4 las localizaciones que nos tienen en vilo un mínimo de 8 horas al día, 4 espacios en los que gestionar tiempo e importancia, 4 espacios con nuestra competencia personal y profesional nos hará más competitivos. Y ser propioceptivo entre localizaciones es básico para entender la gestión de nuestro espacio y nuestro tiempo profesionales.
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