Toda publicidad puede ser calificada de intrusiva. Salvo quienes trabajamos en esta industria, casi nadie ve anuncios por voluntad propia. Si bien a mucha gente le molesta la irrupción de la publicidad en cualquier lado (real o virtual) tal vez el lugar que más resistencia encuentra sea la calle, es decir, la vía pública. La abundancia de mensajes en este medio es aún más irritante que lo habitual. Por eso, el artista norteamericano Jordan Seiler inició lo que él denomina “Public Ad Campaign”, o Campaña de Avisos Públicos. Con ella, busca recordarles a las personas que si viven en una gran ciudad, sus ojos se convierten en dinero ante la cantidad de estímulos publicitarios; Seiler advierte que las agencias de publicidad aplican constantemente nuevas maneras de convertir espacios públicos en anuncios comerciales. Y esto es lo que él intenta combatir. ¿Cómo? Primero, con llaves. En su estudio de Manhattan, que en realidad parece un taller metalúrgico, forja llaves que le permitirán, a él y a quien así lo desee, abrir los dispositivos publicitarios que pueblan las calles urbanas. Sus llaves pueden abrir estos dispositivos en más de 40 ciudades en todo el mundo (Nueva York, Amsterdam, Estambul y Shanghái, entre ellas) y su intención es venderlas a la mayor cantidad de gente posible. Luego de la apertura del dispositivo, viene la segunda parte de la acción, que consiste en reemplazar los anuncios publicitarios por pósters. Seiler no considera que sus creaciones sean arte, sino que se refiere a ellas como “intervenciones”. Sus llaves ya han sido utilizadas por artistas de todo el mundo, casi siempre con seudónimos como ELLE, TAEKS, Flower Guy, Spectre y Lister. El norteamericano les sigue los pasos en Twitter por medio del hashtag #YeahWeGotKeysForThat (“Sí, tenemos llaves para eso”). Pero Seiler no solo vende llaves a artistas sino a cualquier persona que “quiera participar en esta desobediencia civil”. Además, desarrolló una aplicación de realidad aumentada para iPhone, que permite reemplazar carteles publicitarios del subterráneo por arte. Esto es, transformar un viaje en metro por una recorrida por una galería de arte. Jordan Seiler afirma que no pretende quitar todos los anuncios de las ciudades, sino iniciar una conversación sobre el tema. A veces se queda horas junto a alguna de sus intervenciones para observar las reacciones de la gente. Cuando le preguntan qué opinan los peatones de su trabajo, el artista se ríe y contesta: “Es difícil encontrar a alguien a quien realmente le gusten los avisos”. Aquí somos varios, Jordan. Y no queremos que nos dejes sin trabajo. (Fuente: Slate.com)
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