Todo es, o tiene que ser, inmediato; la información, la comunicación, la comida, las compras, el éxito, vivimos en sociedades que demandan respuestas inmediatas. Lo terrible de esta situación es que la inmediatez es inversamente proporcional a la calidad (no siempre, no sean cerrados, pero si la mayoría de las situaciones). El fenómeno tiene mucho que ver con la era de la digitalización y con la espantosa necesidad humana de querer hacer mucho en poco tiempo. Platicando con una famosa cantante de pop (una encantadora chavita de 19 años, que pertenece a una girl band que desde hace un par de años vienen cosechando éxito en USA), me expresaba su incomodidad por el tipo de letras y vestuario que le obligaban a usar y cantar; ella misma me decía que sabía que la productora hacía esto para lograr éxitos inmediatos, música fácil con poco o nulo riesgo y vestuarios cortitos muy enseñones. Esta chamaca, muy inteligente, sabe que pertenece a una banda que fue armada y por lo tanto sin mucho futuro, por lo que planeaba y trabajaba en forjar su propio destino. Este efecto no es único de la industria musical, lo podemos encontrar en la comida, en las noticias, en la política, en todo, hasta en las marcas y muy especialmente en la publicidad y las agencias. Cuando un cliente pide “algo viral”, está pidiendo inmediatez (o una estupidez), le vale madre la construcción de la marca, requiere una respuesta porque seguramente alguien lo está presionando, o simplemente porque es lo que vive a diario. No digo que no se puedan hacer acciones inmediatas para re-encaminar o responder a alguna necesidad específica del mercado, pero no mamen, no todo puede ser así. En mi experiencia, nada se construye de un día a otro, todo requiere de un tiempo, los planes de marca más sólidos son aquellos que se presentan a uno, tres, cinco y diez años. En el caso específico de las agencias, sobre todo las que emergen, sufren al no tener claro el plan de negocios, van dando bandazos a lo pendejo, buscando clientes sin entender por donde va el mercado, creen que basta ser buenos o creativos. Y si hablamos de la gente que trabaja en agencias, pues ya tuve la gracia de publicar un artículo completo sobre los recursos humanos, donde traté de explicar que los procesos de crecimiento al interior de las agencias son completamente nulos. Si hay alguien que va a tomar esto como un pretexto para tirar la hueva, por favor absténganse, no es lo mismo que como agencia pidamos el tiempo necesario para generar una idea con bases y estudios a hacernos pendejos tres días para cambiar de tamaño el logo en un poster. Hoy, solo hoy tómense con calma las cosas, piénselas no una, ni dos, sino mil veces antes de hacer estupideces. Nadie necesita relaciones inmediatas, esas se construyen con el tiempo, ya sea las personales, las laborales y hasta las mercadológicas… Solo hoy, tómense un tiempo. Imagen cortesía de iStock
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