“Escúpeme la cara wey, pero con mi madre no te metas”, fue una de las primeras frases que escuché en la calle cuando llegué a México, se la decía un franelero (viene-viene) a su colega mientras este lo insultaba porque le quitó la propina de un cliente. Y es que en la mayoría de las culturas, pero sobre todo en la nuestra, la occidental, la latina, la madre es sagrada. Vivimos en una cultura machista, inculcada inclusive, quizá inconscientemente por las mismas madres, donde los hombres se supone son los jefes de la casa, pero al final del día todo el mundo sabe que quien manda, la última palabra, esa la tiene la mamá. Recientemente se festejó el día de las madres en varias partes del mundo, en Venezuela, Estados Unidos y algunas otras regiones de habla hispana fue el segundo domingo de mayo, en México el pasado 10 de mayo. Durante estos días me compartieron los resultados de un estudio que revela las tres cosas que las madres desean como regalo para esos días: 3er. Lugar: ATENCIÓN. Que las llamen, que las visiten, que las frecuenten, no sólo el día de las madres, sino constantemente. En cuanto atención prefieren calidad más que cantidad. 2do. Lugar: TIEMPO PARA ELLAS Tiempo de descanso, tiempo de relajarse, tiempo para «no hacer nada», tiempo para estar con sus amigas, para sus seres queridos, tiempo para ver la tele, en fin, tiempo es lo que piden. 1er. Lugar: HIJOS MÁS OBEDIENTES Este fue el regalo más pedido por las madres encuestadas, que sus hijos les hagan más caso, que obedezcan más. Hijos más obedientes pareció un clamor de ellas, aparentemente por ser la ausencia más notable en estas mamás encuestadas. A propósito de la fecha, una marca de embutidos y carnes frías usó un excelente video llamado “tu mamá miente”, en donde Diego Luna va contándonos la historia con la excepcional guía de Luis Mandoki, director de películas como Voces Inocentes (2004) y La Vida precoz y breve de Sabina Rivas (2012), entre otras. El video muestra todo lo que hacen las mamás con tal de lograr la felicidad de sus hijos, muestra madres fuertes ante las adversidades, madres cariñosas en todo momento y sobretodo, mamás usando mentiras piadosas y creativas que a todos nos han dicho a lo largo de los años con tal de hacernos la vida mejor. Mamá, madre, mamita, madrecita, jefa, jefita, jefecita, vieja, viejita, mi vida, mi amor, no importa cómo le digamos, dispongamos la mejor actitud para ofrecerle a nuestras madres esos tres deseos que ellas imploran: atenderlas, darles tiempo y sobretodo, ser hijos más obedientes. Eso sí, pongámonos de acuerdo en una cosa, llegada la hora de los golpes, hagamos como el franelero, escúpeme la cara si quiere, pero por favor, con mi madre te metas. Imagen cortesía de iStock
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