Cualquier profesional puede ser una marca o crear una. Estar en la industria publicitaria impulsa a la creación, por lo que deberíamos ser o tener por lo menos una marca participando en el mercado. Crear una marca no es tarea fácil, muchos profesionales lo han conseguido formando sus agencias, marcas de productos o servicios, convirtiéndose en un ejemplo de que el conocimiento profesional puesto en práctica da resultados. Una marca no es solo imagen y color, trae consigo un proceso de investigación, una esencia, y una visión clara para poder cumplir las metas trazadas de que una idea se convierta en una marca. En la actualidad vivimos una etapa de desarrollo económico muy competitivo en el mundo, por lo que las denominaciones se convierten en marcas todos los días. En el proceso de creación se registran miles de nombres, que representan realidades emprendedoras. En esta lista de tips para crear una marca, enumeramos algunas características propias del proceso de creación que con el tiempo podría ser un imperio comercial que nació de una idea.
- Nombre: Es la base para comunicar, por lo que elegir uno es una gran responsabilidad, se convierte en un diferenciador, un distintivo inicial de tu marca, la primera impresión. Que el nombre no sea genérico, ni obvio. Siempre se podrá explotar el recurso creativo para crear tu marca.
- Personalidad: Lo primero que hay que tomar en cuenta es que participará en una sociedad llena de marcas, por lo que generarla con detalles, características y atributos la hará auténtica y trascendente.
- Legales: Registrar una marca es un proceso legal que cubre tus derechos y marca responsabilidades. Informarse sobre este aspecto es primordial para evitar caer en procesos legales que causen malestar.
- Tu público objetivo: El nombre debe sumarse a la personalidad para que tu marca se empate directamente hacia tu target. Los objetivos se plantean desde el inicio del proceso en forma clara. Dependerá a quien te diriges para que el naming funcione sumando la personalidad que ofrecerá tu marca.
- Logotipo: Con un grupo objetivo claro, comunicar los beneficios y atributos de tu marca se estructurará en el logotipo. Debe comunicar siempre lo que es, de forma clara ante el grupo objetivo.
- Diferenciador: Cuando tu marca ya tenga un contexto visual y comunicacional, el diferenciador jugará un rol importante, éste debe ser un beneficio en el producto que lo haga especial, o como su palabra lo dice lo diferencie de los demás en su categoría. Generando trascendencia entre las marcas.
- Experiencias: Tu marca debe comunicar y mostrar que es más que un conjunto de elementos utilizados al azar. Debe ofrecer una experiencia única en el sabor, olor, ambiente, espacio, cualquiera de estas u otras características deben hacer sentir algo nuevo en tu público objetivo.
- Posicionar: En este punto una marca ya está estructurada. Lo que nos lleva al posicionamiento. Los atributos deben notarse, ser distintos y recordados por los consumidores o usuarios de tu marca. Esto genera una ambiente de confianza entre tu producto y el consumidor, convirtiendo esta etapa en una oportunidad para estrechar lazos con tus clientes.
- Comunica verdades: Lograr una relación con tus clientes empieza al decir la verdad. No ofrezcas más de lo que eres. Mentir para una marca puede ser catastrófico, porque un cliente engañado podrá transformarse en un enemigo para una marca. Que la emoción no nuble el juicio, comunicar los atributos reales harán que confiar en tu marca sea fácil.
- Mide resultados: Al momento de analizar el proceso y compararlo con tus objetivos trazados al inicio de la creación de tu marca, claramente sabremos si las metas se cumplieron, se superaron o lograron encaminarse a un futuro positivo, que al final eso hacen las marcas.
Imagen cortesía de iStock
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