En los últimos meses, compañías como J. Walter Thompson, Saatchi&Saatchi y FCB despidieron a profesionales en puestos de alta jerarquía. En cada uno de los casos, las situaciones y argumentos fueron diferentes, incluso en uno hubo una denuncia por abuso sexual. Sin embargo, el resultado fue el mismo: deshacerse de un CEO o CCO. El caso más reciente es el de Pablo Del Campo. Durante 20 años integró las filas de Saatchi&Saatchi, incluso llegó a darle su apellido a la oficina de Argentina y a la de España. Hasta llegó a ser designado Director Creativo Global, pero todo terminó en abril de este año. “Fue un enorme privilegio para mí haber podido desarrollar tantas ‘ideas más grandes que los avisos’ en un espacio tan inspirador como Saatchi & Saatchi, junto a los líderes y los equipos creativos más prestigioso de la industria. La decisión de dejar esta aventura de 20 años no es fácil pero el balance es genial. Espero haber honrado la camiseta”, decía Del Campo a la prensa a través de un comunicado. Sin embargo, la decisión no vino exclusivamente de él. Si bien aseguró que ahora quiere dedicarse a lo artístico de la publicidad, también explicó que fue una “decisión consensuada”. Es más, debió firmar un acuerdo de “non-compete”. Detalló que la crisis que vive Argentina no tuvo que ver con su salida, pero que sí hay una crisis mundial. Algo similar planteaba Flavio Pantigoso cuando lo despedían de FCB Perú de su puesto como Director Creativo Ejecutivo, más o menos por las mismas fechas que ocurría el “retiro” de Pablo Del Campo. “La razón de mi desvinculación no es otra sino la de una reestructuración por la que tiene que pasar la agencia ante desafíos de negocio que son el reflejo de un mercado -esperemos circunstancialmente- en contracción. Parto para otros proyectos con ganas de incomodarme y de agitar la industria de las comunicaciones”, explicaba Pantigoso. Acá se pone de manifiesto el verdadero motivo que culminó con dos importantes desvinculaciones: el mercado en contracción. Parece que la falta de ingresos que viven hoy las agencias es afrontada con el despido de profesionales que ocupan altos cargos dentro de ellas. Quizás porque el salario es un costo fijo y porque los suyos eran uno de los más elevados dentro de la organización. Dentro de la red Saatchi&Saatchi, un líder creativo de alto rango -de quien no se dirá su nombre para preservar su identidad- había dicho que la agencia estaba viviendo un período de reestructuración, con muchas personas yéndose o dejando sus puestos. Un ejemplo es el de Maru Sokolowski, quien se desempeñaba como Global Manager for Creative Connection y Regional Creative Manager, y ahora es Sr. Porject Manager en The Community. También despidieron a Gustavo Martínez de su cargo como CEO global de J. Walter Thompson, aunque el motivo fue el (supuesto) abuso sexual que ejerció sobre Erin Johnson, ex Directora Global de Comunicaciones de la agencia. Y no solo eso, la demanda de Johnson también lo acusaba de haber exclamado comentarios racistas. El grupo WPP decidió apartar a Martínez de su cargo y colocar, en su lugar, a Tamara Ingram. A fines de mayo, trascendió que la Corte Distrital de Nueva York había desestimado la denuncia de Johnson por falta de pruebas. El documento de 30 páginas que la corte emitió, se expone que la ex encargada de comunicación le había enviado a Martínez un mensaje, una semana antes de que el caso se volviera público, diciendo: “Siento que tuvimos un gran año juntos. Creo que no fue una mala decisión quedarme”. En su demanda, Johnson decía que Martínez era culpable de haber instalado un clima laboral hostil. Algunos fueron más escandalosos que otros, pero se ve que las grandes redes están buscando toda clase de tácticas para reducir sus costes fijos y hacerle frente a una crisis mundial. Una de ellas, echar a CEOs, CCOs y profesionales que ocupen puestos de alta jerarquía.
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