La presencia de elementos audiovisuales en todo tipo de eventos es algo que damos casi por sentado y es poca la gente que se detiene a pensar en el efecto que generan los mismos y sus características en la percepción, entendimiento, recordación e incluso estado de ánimo entre el público asistente. En estas líneas, compartiré un esbozo de los puntos que a mi parecer son más relevantes. El aprendizaje en el ser humano es un proceso complejo y ampliamente estudiado, de dichos estudios se desprenden números interesantes respecto al papel que juegan los sentidos en el proceso cerebral de aprender: el 80% de nuestro aprendizaje proviene de la vista, el oído juega un 11%, mientras que el tacto y el olfato influyen un 1.5 y 3.5% respectivamente. Es decir, si se transmite un mensaje auditivo combinado con alguna imagen de refuerzo, logramos un 91% de comprensión del mismo. – Ubicación de pantallas Antes de decidir cuántas y de qué tipo vamos a emplear, debemos definir qué transmitiremos en ellas, el número de asistentes y definir hacia dónde queremos focalizar la atención de la audiencia.
- Pantalla de gran formato con el speaker al centro
Si queremos que la atención se centre en el ponente y emplearla como refuerzo al discurso del mismo. Es el montaje menos recomendable pues el ponente puede convertirse en un obstáculo entre la pantalla y el público y generar incomodidad en éste último.
- Pantalla de gran formato con el speaker a un costado
Cuando buscamos que la audiencia focalice su atención en el contenido de la pantalla. Es el más recomendable para eventos educativos, presentaciones, etc.
- Pantallas a los costados (2 pantallas)
Se logra que el público alterne su atención entre el ponente y las pantallas. Puede emplearse en eventos de carácter interno o de entrega de resultados. -Contenido para pantallas Nunca, pero nunca retaquemos de texto, la idea es reforzar los discursos con imágenes, gráficas o videos no transcribir el discurso. Una diapositiva para ser efectiva debe poder ser leída y comprendida en máximo 10 segundos. -Audio Está demás mencionar que debemos tener considerado el equipo y personal adecuados para el lugar, los materiales y la audiencia de cada conferencia pues es fundamental para la correcta recepción de los mensajes explícitos de la misma, pero, también podemos echar mano de elementos musicales para apoyar a controlar el estado de ánimo y concentración del público de acuerdo a las necesidades del evento y es algo que pocas veces se contempla:
- Ondas Cerebrales Alfa
El cerebro humano funciona mediante 4 ondas que definen nuestro estado de alerta. El estado promedio de vigilia se encuentra dentro de las ondas Beta, entre 14 y 30 ciclos por segundo, sin embargo, es en el rango de las ondas Alfa (entre 7 y 14 ciclos por segundo) cuándo podemos lograr un estado cuasi meditabundo que nos permite mentalizar, visualizar, asociar y absorber de mejor manera los datos, tareas e información. Existe música que ayuda a disminuir la frecuencia de las ondas y elevar el grado de concentración. (un gran aliado con los sonidos binaurales).
- Ritmo musical para generar estados mentales adecuados
De acuerdo a los beats por minuto de una melodía, podemos mantener al espectador relajado, alerta o incluso activo. 40-60 bpm (por debajo del ritmo cardiaco) mantiene al espectador relajado, es ideal para trabajos de introspección. 60-70 bpm (acorde al ritmo cardiaco) ayuda a mantenerse alerta, se recomienda para exposiciones, evaluaciones de resultados, educación en general. 70-120 bpm (superior al ritmo cardiaco) activa al público, ayuda cuándo necesitamos activación física o incluso para trabajo contra reloj. Empléala para rallys o ciertas actividades de teambuilding. Como conclusión: cubrir las necesidades audiovisuales básicas en una ponencia no es suficiente, debemos sacarles el máximo de provecho para garantizar la entera satisfacción y máxima comprensión de mensajes. Imagen de portada cortesía de iStock
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