La Publicidad Engañosa es aquella cuyas características en los anuncios o la presentación son distintas al desempeño real del producto o su imagen al adquirirla. También aplica cuando se silencian datos fundamentales (como bienes, actividades o servicios). No todas las compañías, no todos los anuncios, no todos los slogans ni toda la publicidad son engañosos; pero existe. Está entre nosotros. ¿Por qué lo hacen? Aquí viene una razón: existe una línea muy delgada entre destacar y exagerar. Cuando se hace promoción o campaña hacia algún producto nuevo, para la agencia es muy importante hacer notoria la capacidad o beneficios que podría obtener el consumidor al adquirir dicho producto. ¿Cómo? Utilizando los mejores atributos del mismo y acentuarlo de entre todo lo demás (incluso hasta compararlo con alguno de otra marca, haciendo ver a éste más grande, eficiente, rápido, cómodo, interesante, etc.). Pero, en esta inocente intención, la agencia debe tener un especial cuidado de no pasar de hacer una “buena y efectiva publicidad” a ser parte de la “publicidad engañosa”. Precisamente éste fue el problema que ocurrió recientemente con la compañía automotriz alemana Mercedes-Benz. Según la organización Consumer Reports, el anuncio que promociona el E-Class 2017, podría confundir a los consumidores al exagerar la capacidad de los sistemas de conducción automática disponibles en el auto. Por su parte, Mercedes-Benz argumentó que la intención era precisamente la de destacar la innovación del vehículo haciendo referencia a la llegada del futuro. Incluso añaden que el anuncio señala que el vehículo no se puede conducir solo, pero tiene características de conducción semi-automatizada. Similar es el caso de marcas como Cinépolis con el “Ahora los miércoles son de 2×1 en todas nuestras salas”, que fue sancionada por la Procuraduría Federal del Consumidor ya que se condiciona en letras ilegibles que no aplica en funciones especiales, premieres y salas VIP. O Coca-Cola y su campaña “Una Coca-Cola = 149 Kcal para usar en actividades felices”, a la que la Cofepris solicitó evidencia científica que demostrara tal verdad. Es por eso que las agencias deben guardar especial cuidado con los detalles que pueden marcar esta peligrosa diferencia.
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