Entendemos por datos personales a la información que hace identificable a un individuo. Elementos básicos como su origen, residencia, experiencia profesional, escolar y también detalles más sensibles como la condición física, estado de salud, ideología, preferencia sexual, forma de pensar, entre otros. Dichos datos nos diferencian del resto de los demás y así mismo fomentan la interacción con personas o instituciones que consideramos afines, con el objetivo de mejorar los bienes y servicios o propiciar el desarrollo económico. En la actualidad los datos se han convertido en un activo con el que se hacen negocios multimillonarios. Sin embargo, en ocasiones son utilizados para fines no establecidos al momento de la recolección o publicados sin consentimiento del titular. En México, el derecho a la protección de datos personales entró en vigor en 2008, permitiendo a los usuarios proteger toda la información de su vida privada, así como el acceso y corrección de los mismos cuando forman parte de un archivo público, tanto los que pertenecen al gobierno como instituciones particulares (planteles educativos, comerciales o sociales). Es importante que sepamos: “Toda persona tiene derecho a la protección de sus datos personales, al acceso, rectificación y cancelación de los mismos, así como a manifestar su oposición, en los términos que fije la ley, la cual establecerá los supuestos de excepción a los principios que rijan el tratamiento de datos, por razones de seguridad nacional, disposiciones de orden público, seguridad y salud públicas o para proteger los derechos de terceros”. Especialmente en los canales digitales, la protección de los datos es la principal preocupación de los consumidores. Es una cuestión de confianza, si no hay confianza no hay negocios viables. Antes de otorgar nuestros datos en cualquier situación debemos tomar en cuenta estos principios.
- Debe existir una notificación a las personas sobre el uso que se les dará a sus datos.
- Consentimiento del usuario para la transferencia o tratamiento de la información obtenida.
- Asegurarse que los terceros a quienes se les transfieren los datos cumplan con los mismos principios establecidos por la ley.
- Derecho de acceso, rectificación, cancelación u oposición de los titulares a sus datos personales en el momento que lo consideren oportuno.
- Seguridad contra pérdida, mal uso y acceso, divulgación, alteración o destrucción de datos no autorizada.
- Calidad de los datos personales, en tanto sean relevantes, correctos, completos y vigentes para el uso correspondiente.
- Recursos o mecanismos para que las quejas de cada titular sean investigadas y resueltas, así como procedimientos para verificar el cumplimiento de estos principios y obligaciones para solucionar la omisión en su cumplimiento.
Si no estamos seguros de la fidelidad e integridad de las instituciones que solicitan nuestros datos o del manejo de los mismo, es nuestro deber como ciudadanos alzar la voz y acudir a las dependencias correspondientes. Fuente: Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales. México. 2010. Disponible en: http://inicio.ifai.org.mx/SitePages/ifai.aspx AUTOR Miguel Arteaga Director Creativo en DS Marketing. Licenciado en Ciencias y Técnicas de la Comunicación con más de 6 años de experiencia en Marketing Digital. Especialista en análisis, monitoreo y estrategia para redes sociales. Twitter: @DSMKT Imagen cortesía de iStock
Comentarios