En los procesos obligados de las empresas está establecido el atrevimiento sistemático para lograr los cambios que urgen para salir de una zona de confort. Cambiar es necesario en un mundo en constante evolución.Recientemente asistí a un training donde la asertividad y el recibir nuevos aprendizajes, eran el punto medular de la plática constructiva. El primer paso era permitirse a uno mismo aprender otra vez, esto es un proceso de aceptar que lo que sabemos simplemente lo hemos aprendido pero no significa que sirva. Por ejemplo, hemos creído que entre más gritado un comercial mayor será la atención que logremos por parte del consumidor, un aprendizaje erróneo, pero aprendido. Llegó el momento de reaprender que en un buen mensaje, más allá del tono de la voz, repercute por su contenido, por lo que se dice. Reaprender implica cuestionar lo que hemos venido realizando para no volver a cometer los mismos errores y avanzar en la realización de cualquiera que sea nuestro oficio en la vida. Por otro lado la asertividad nos lleva a dos situaciones de la vida diaria, donde existen dos posiciones: ser víctima o responsables. En el marketing pasa lo mismo. Podemos ser ese consumidor que cree que tiene la razón sobre todo, quejándose de la situación del país, pero hace de la Rosa de Guadalupe su estandarte de vida. Este individuo se convierte en víctima de un sistema mediático que educa y se niega a abrir su mundo a propuestas constructivas. En contraparte, la posición responsable y asertiva se somete a constantes retos de aprendizaje continuo, en cualquier aspecto, no teme a los avances, al contrario los somete a juicio y los utiliza de manera benéfica y constante. Hoy los avances, principalmente los tecnológicos, son impresionantes, pero si no existe la parte inventiva del hombre estos adelantos simplemente no funcionan. La pregunta es: ¿Estás siendo víctima o responsable?
Comentarios