Odio tener que confrontar a mis clientes cuando veo en sus ojos el deseo de tomar el control y hacer lo que les de la gana, valiéndoles un comino la experiencia que uno pueda tener, es un momento muy incómodo donde puede definirse si realmente eres un mercadólogo o sólo un comerciante de la mercadotecnia ofreciendo servicios al gusto y humor de quien te contrate. La falta de respeto por el marketing no es más que responsabilidad de nosotros mismos. El otro día un buen amigo me dice: “es que los servicios de marketing ya son un commodity”, al inicio sentí enojo, después me di cuenta que tenía toda la razón. En una industria donde se supone que somos altamente innovadores ahora todos parecemos iguales y ofrecemos servicios parecidos con resultados similares, nada espectacular. Gritos de auxilio por salvar y dignificar esta hermosa profesión como el caso de Fernando Anzures, Raúl Cardós y Jonathan Álvarez, entre otro puño de profesionistas de alto desempeño, son los que me tienen de pie junto a mis propios pensamientos y gritos, yo sí creo que podemos dignificar esta hermosa industria, el tema es que no renunciemos a nuestro valor y aguantemos uno que otro madrazo. MÁS ¡ROCK! Y MENOS “STAR” Dejemos de pretender que somos rockstars de la publicidad y el marketing, aquí lo que importa son los resultados, el que le funcione al cliente tus estrategias y que estos puedan permanecer en el tiempo. Olvidémonos de hacer cosas “bonitas” y mejor hagamos cosas buenas. Las mentes más brillantes del marketing terminan rockstareando por simple consecuencia de sus logros, es inevitable, pero si tú rockstareas primero para pretender tener resultados después, lamento decirte que te alejas de ser un buen marketer. Hagamos más ROCK respetando el marketing, respetando a todas y cada una de las profesiones que conforman nuestro cluster, siendo puntuales, explicando con detalle a los clientes el proceso y etapas de los servicios que les ofrecemos, compitiendo de forma ética, siendo claros con los objetivos y alcances, alegrándonos por los avances y éxitos de nuestros colegas, viendo al marketing no sólo desde el diseño y la comunicación (que son mega importantes) sino de manera holística atendiendo temas como servicio al cliente, propiedad intelectual y endomarketing, entre muchos otros. Innovemos y dejemos de copiar, demostremos de lo que somos capaces y dejemos que nuestros resultados sean los que hablen por sí solos. EL POSTRE… Mi amor por la industria empezó con el diseño, era un niño de 7 años y colaboré con un dibujo para la portada de un casete que produjo mi padre, siempre desde pequeño amé dibujar y me cautivaban los cartelones, posters o flyers que veía a diario analizando su composición. Después descubrí la publicidad, ver esos programas como Insomnia me atrapaban y podía ver cuanta repetición transmitieran, era simplemente fascinante. Finalmente en 2do de secundaria descubrí la palabra “mercadotecnia” gracias a un programa de NatGeo que fue un especial de marketing donde explicaban las 4 P’s. Como comprenderán para mi esto es un lifestyle, mi pasión llevada a mi profesión. Defenderé cuantas veces sea necesario a mi industria y no dejaré de tener hambre por aprender cosas nuevas. ¿Cuál es tu grito de guerra marketera? ¿Respetas el marketing? Los espero en mi próxima columna, espero sus comentarios sobre este importante tema y nos seguimos en redes. #bebrainstormer respetado.
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