Dicen que ejecutar bien un trabajo depende del estado de ánimo; ¡vaya que si es cierto esa premisa! A veces le prestamos mayor atención a las cosas que nos alteran y nos predisponen hacia una conducta; quizá, no la más indicada para atender al cliente que tenemos en frente.De igual manera, la forma en la que se entrena a los miembros de la compañía no genera un impacto positivo si la actitud con la que se impartió las directrices no fue amena, ni mucho menos, si la metodología aplicada no es la que despierta emociones en los colaboradores. Los estados de ánimo influyen en la decisión de compra del consumidor, ya que, si el vendedor que tiene en frente le trasmite seguridad y confianza, su probabilidad de compra aumentará exponencialmente. Para que esta situación pase, la selección del mejor equipo de trabajo y su formación tiene un peso considerable. Como lo dije en un post anterior, existen herramientas en las que los formadores provocan una mayor capacidad de asombro en sus nuevos integrantes y les abre el apetito por conocer más, así mismo, deleitar al cliente con su Know How tan perspicaz. Las señales de los demás son sutiles, y para que nuestro cerebro las capte, es necesario un estado de receptividad y calma. Por eso, debes hacer que los argumentos de venta de tus empleados sean coordinados con un ameno lenguaje corporal. El pensamiento creativo procede del pensamiento intuitivo, de ahí parte la creación de ideas diferentes e innovadoras. Los equipos de profesionales actuales se reúnen para “resolver un problema” pero infortunadamente, empiezan con los inconvenientes en vez de encontrar soluciones. Hay que amoldar eso para que tu equipo de trabajo se enfoque en un único objetivo: creación de soluciones para tus clientes. La gestión de los estados emocionales es un proceso demasiado embrollado. Un 50% de receptividad depende de tu gusto por querer compartir cada detalle que ha hecho significativo la permanencia en la compañía. El restante 50% depende de tu visión en la selección y formación de tu equipo. Recuerda, cuanto mayor sea el número de cualidades sensoriales a las que podamos llegar, mayor capacidad de seducción. Si quieres obtener más ventas, induce a tus colaboradores a que exploren detalladamente la persona que tienen en frente. Imagen cortesía de iStock
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