Cada día vemos que hay un segmento comercial que cobra mayor fuerza e interés para las marcas porque por momentos se han convertido en un verdadero dolor de cabeza, así es, estamos hablando de los Millenials. Las marcas no saben qué hacer con ellos ni de qué forma mantenerse dentro de su lista de intereses, que de manera directa está impactando en el escalamiento de crear lovebrands que perduren. La relación que se tenía antes literalmente hasta que la muerte nos separe con los baby boomers, ya es cosa completamente del pasado, en el presente las marcas se sienten traicionadas cual telenovela donde el protagonista es infiel con alguien más, relegando el puesto principal del acompañante a un simple segundo término y eso es algo que los directivos de estas empresas no están dispuestas a aceptar. Pero ¿por qué los Millenials han dejado de consumir lo mismo que consumían sus antecesores? Y no me refiero a que los productos sean caducos o de temporalidad fija; la respuesta viene a obedecer no en qué se vende sino cómo se les vende, la forma en cómo se generan mensajes que se adapten a su estilo de vida, sin ser invasivo para convertirse en publicidad amigable que forme parte de su quehacer cotidiano. El consumidor ha evolucionado de tal manera que también ha exigido a los productores comerciales, crear nuevos productos que no solo se queden con su dinero, buscan algo que aporte un valor agregado a su vida diaria, por ellos los productos que creían que por solo existir serían vendidos están muriendo al igual que la publicidad que les acompaña que sigue viviendo en la mentira de que todo sigue exactamente igual que hace 50 años. La respuesta para lograr que una marca nuevamente forme parte del mercado no es tan sencilla, debe comenzarse por entender que los segmentos sociales comienzan a desaparecer para dar paso a un nuevo consumidor general enfocado en un entorno de nombre digital, donde todos tienen la misma capacidad y alcance de conocimiento a la mano, donde solo basta tener conexión a un dispositivo para encontrar todo lo que busca y no importa si eres un rockstar de 21 años que compró su 5ta guitarra por internet o si eres una abuelita de 65 años que hoy está leyendo este artículo y está a punto de regalarle la 1ra guitarra a su nieto de 7 años y decidió buscar desde su celular. Hoy la información y el acceso se ha vuelto universal y eso ha impactado directamente para que los mensajes publicitarios carezcan de penetración y recordación, porque no ofrecen algo especial a lo que los mismos usuarios pueden encontrar de forma individual. Para lograr un final feliz es necesario que comencemos a generar verdadero contenido, esa siempre ha sido la respuesta, pero no cualquier contenido, sino aquel que tiene valor agregado y permite hacer la vida de las personas más sencillas, contenido que les permita tener la confianza de inversión y gasto de capital en un servicio o producto, contenido que no solo entretenga sino que genere una mejor calidad de vida. (Fin de la parte 1)
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