El secreto de un mercado fuerte, una de las claves de una economía sólida, se podría incluso decir que uno de los principales motores que echan a andar una industria de la publicidad potente es la diversidad, la libertad de competencia, la pluralidad de marcas, de negocios, la mayor cantidad de rubros y dentro de cada uno la mayor cantidad de organizaciones especializándose o generalizando su modelo; si en un mercado abundan modelos de negocio, si en un mercado compiten, no sólo en cantidad, sino en calidad, precio, personalización, identificación, diferenciación, posicionamiento, historia, novedosidad, distintas marcas, también van a competir las empresas de marketing, también va a generarse competencia en sectores como el deporte, el entretenimiento o la cultura, que requieren de patrocinios.Un mercado crece, se hace más robusto y con esto beneficia a la economía de un país, en la medida en que su sociedad aprende a consumir con sofisticación, es decir, en la medida en que dentro del rubro de cadenas de supermercados, existen negocios particularmente diseñados para los estratos A y B, que se diferencian de los masivos para los estratos C y D y de los de consumo diario diseñados para el estrado E; si en el mercado existen productos hipersegmentados: sin gluten, sin caseína, sin azúcares adicionales, sin lactosa, descremados, pasteurizados, kosher, orgánicos, si existen productos que compitan por na mayor calidad: 100% pulpa o carnes de primera, rebanados 100% libres de sodio, en fin, en la medida en que un mercado ofrezca productos con sumo detalle, ese mercado abre nuevos nichos, crece, se expande y genera nuevas tribus consumidoras. En un mercado expandido, creciente, diversificado, la satisfacción también es un asunto importante, el sector servicios también va a expandirse, los distintos niveles de exigencia permiten estandarizar, normalizar, mejorando con esto la calidad mínima y optimizando la calidad máxima lograble, la barra de la competencia sube, ya las empresas no sólo se dedicarán a fabricar productos, también tendrán que mirar valores agregados, atención al cliente; la lucha por mantener el liderazgo se volverá cada vez más encarnizada, en el más sano ejemplo; esto al primero que va a beneficiar es al consumidor, porque eleva su capacidad para tomar decisiones, le impulsa a desarrollar un criterio, a elegir, también le permite cambiar en cualquier momento, no casarse con una marca, sino siempre estar probando nuevos productos, nuevas propuestas. Es cierto que cada país tiene sus oligopolios y sus monopolios, pero también es cierto que las oportunidades a la pequeña y mediana empresa, la existencia de empresas familiares, hace de los productos europeos el deseo de competencia de todos, la abundancia de marcas del mercado estadounidense es también el anhelo del resto de los mercados del mundo; en nuestra región es cada vez más creciente el número de marcas, las clásicas, las innovadoras, las simplistas, también los mercados latinoamericanos con el tiempo han asumido nuevos estándares, se han ido perfeccionando, aún falta, aún hay mucha informalidad que interviene en las relaciones del mercado, sin embargo es una meta que al parecer tenemos todos y sobre esa meta, sobre la desaparición de oligoplios estériles y monopolios perjudicales así como de la sofisticación de nuestro mercado debe tratarse una de nuestras luchas. Los gremios de anunciantes, las cámaras de comercio, las federaciones gremiales, deben trabajar, impulsados por nosotros, que sabemos cuán benéfico será una expansión de nuestros mercados, por la normalización y estandarización, por la diversificación, por la inversión y la apertura, crecimiento y desarrollo de la industria en todas sus formas, valores y medios para llegar hasta al más pequeño consumidor y hasta el más grande y exigente; de eso se trata el auténtico desarrollo. Imagen cortesía de Shutterstock
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