En esta época uno se pone más sensible que de costumbre, sin embargo es necesario darle un espacio a la reflexión porque lo que nos impulsa en la vida, debería ser nuestro deseo por ser mejores personas. En vez de preguntarte cuántos kilos bajaste, pregúntate a cuántas personas hiciste reír. En vez de preguntarte cuántas cosas obtuviste, pregúntate cuántas diste tú. En vez de quejarte por lo malo que pasó en el país, pregúntate cuál fue tu aporte para que este año fuera un mundo mejor. Pregúntate cuántas peleas iniciaste y pregúntate cuántas terminaste. Pregúntate a cuántas personas perdonaste y a cuántas tuviste que pedirles perdón. Pregúntate qué cosa hiciste por alguien más que te produjo orgullo. Pregúntate a qué estás dispuesto a renunciar por el bien del otro. Pregúntate si tu vida es un foco de buena energía para los demás o si te quedaste encerrado en taras del pasado. La felicidad es una cuestión de elección, así cómo decides con quién quieres compartirla. Sé agradecido por poder ir a la esquina y poder comprar un pan. Agradece poder ir a recibir rayos de sol al parque. Da gracias de poder encontrar en los ojos de un ser querido la paz y la tranquilidad que tanto anhelamos. Feliz navidad a todos los que piensan diferente o piensan como yo Imagen cortesía de Shutterstock
Comentarios