Todos queremos que nuestra empresa sea económicamente estable, recuperar lo invertido, pagar a los proveedores, servicios, trabajadores etc… naturalmente, la idea de fundar una compañía es obtener ganancias, PERO, y ojo con esto, dependiendo del producto/servicio y su valor/costo + las estrategias de Marketing, el proceso de aceptación y posteriormente las ventas tendrán una duración distinta, porque obviamente no todos los productos son iguales. Generalmente cuando el costo es elevado, la decisión de compra tarda, es normal, nadie quiere derrochar dinero en algo de lo que no está totalmente seguro. Aquí es donde se siembra la semilla, donde inicia el proceso de enamoramiento con el cliente, y como el amor, será cuando tenga que ser. La cosa se complica cuando no estamos dispuestos a esperar y abandonamos esa oportunidad que significaba ese cliente potencial, muchos han sido los casos en donde el cliente se va con la competencia, porque vieron la probabilidad de hacer negocios en el terreno abandonado y la supieron aprovechar. El vendedor debe entender y comprender que aunque el proceso no será corto, valdrá la pena siempre y cuando logre concretar la venta. ¿Cómo agilizar la venta en estos casos? Nadie tiene la verdad absoluta de la mente del consumidor, pero claro que las buenas prácticas del Marketing ayudarán a que germine la semilla…
- Realiza descuentos importantes de vez en cuando, disminuye la distancia entre el cliente y el costo del producto.
- Ofrece información útil a tus clientes, sácale partido al internet.
- Obsequia formación, estas acciones crean lazos fuertes a futuro.
- Personaliza tu oferta, dale al cliente y cóbrale sólo por lo que realmente necesita y/o usa.
- Apuesta por explorar nuevos mercados.
- Valora cada aporte y tómalo en cuenta, agradece a tus clientes por esto.
- Gánate los clientes insatisfechos de la competencia.
- Crea alianzas con empresas de gran demanda que tengan el mismo target que tú.
La confianza, por encima del precio, a veces es el principal factor para lograr afinidad con el cliente, así que nunca dejes de abonar el terreno ganado. ¡Comenta y comparte! Imagen cortesía Shutterstock
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