Los diseñadores somos una de las especies que más nos adaptamos a los cambios, es como si fuera un requisito indispensable en el oficio. La velocidad con la que el medio/campo/hombre evoluciona es muy dinámica y muchas veces esto nos lleva al caos, por eso que tenemos que adaptarnos y asimilarlo para seguir desarrollándonos. Veamos algunas de las evoluciones con las que nos enfrentamos:
- Evolución de la audiencia
Las generaciones van creciendo y es natural, por lo tanto su forma de comunicarse cambia, los hábitos se transforman y su forma de ver la realidad se modifica. Hoy, las audiencias tienen características cada vez más específicas. La percepción y el sistema de valores (de nuestro público) toma distintos ángulos, el target ya no va a ser el mismo que se tenía hace cinco años, o tres o dos. La propia realidad es otra, su entorno es un “ente vivo” y es tan dinámico que siempre tiende a evolucionar. Por supuesto, de alguna forma el diseñador apoya y motiva toda esta metamorfosis, por lo que tiene que unirse a esta vorágine para comprender a su público y nuevo público.
- Evolución de las necesidades
Como sabemos, el entorno evoluciona y lógicamente todas las necesidades se transforman con él. Se complejizan y también se vuelven más específicas. Es decir, no solo la audiencia cambia, también sus problemas. Aquí el diseñador tiene que tener la capacidad de detectar el gradiente de innovación más pertinente para propiciar una evolución al resolver la problemática, y así poder visionar nuevas necesidades. Ojo aquí, cabe mencionar que las necesidades no siempre son perceptibles (o reales), nuestro trabajo también es crearlas, idealizarlas e insertarlas en la sociedad.
- Evolución Tecnológica
Esta evolución es la que más nos puede apasionar, puesto que las herramientas tecnológicas también se renuevan o se optimizan constantemente. Hoy la tecnología nos vuelve más productivos y esto hace que el alcance de la creatividad rompa paradigmas que antes ni siquiera podíamos imaginar, como por ejemplo el impacto social, cultural o económico que tiene el diseño en nuestros días (con una visión global) cuando antes sin el peso de la tecnología era difícil de lograr. Por otro lado, las competencias de los diseñadores también crecen y maduran gracias a esta evolución.
- Evolución de las Ideas
Como se mencionó arriba, los paradigmas, los esquemas, lo subjetivo, también evoluciona. Los estereotipos, los “clichés”, las modas, se adaptan a nuevas realidades y el diseño como respuesta a esos patrones, se proyecta conforme a una continua reformulación de lo imaginario. Es decir, el mundo de las ideas, se empodera y crece gracias a la producción y materialización de un diseño cada vez más evolucionado. Me despido soy Erika, ¿ustedes qué opinan? ¡Hasta la próxima!
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