El diseño cubre prácticamente todas las esferas de la producción, pero al ser polisémico podemos desvirtuar nuestros propios conceptos. Conservemos la esencia del diseño vista como una disciplina autónoma y diferenciada de cualquier otra. Acá les dejo algunas ideologías (del diseño y arte) equivocadas a través del tiempo… La top no.1: “El diseño es arte” No, no es arte. Desde el punto de vista sociológico, la disciplina sobrevivió y fue evolucionando conforme a su aplicación e inmersión en el entorno (social). El campo de actuación del diseño se extendió gracias a la inexorable fase de proyección donde finalmente se producen objetos tangibles. Así que, el diseño es una fase, un proceso, un resultado, una metodología, una estrategia, pero no es arte. “Diseño es Diseño” como bien dice el maestro Joan Costa. Pasemos a otra ideología: “La creatividad es exclusiva del arte” ‘No hay una vida sin creatividad, es un don del ser humano que le ha permitido sobrevivir’ oír decir a N. Chaves, y es muy cierto, el hombre aplica esa energía creativa en todas las áreas de su desarrollo individual. Entonces, partiendo que la creatividad es innata, ésta se puede aplicar en todos los campos: en la ingeniería, en el diseño, en la tecnología, en las matemáticas, en la gastronomía, etc. No es exclusiva, simplemente es imaginación aplicada, es un “instrumento universal” que podemos calibrar. Acá otra vieja ideología: Identificar la estética con el arte. La estética es un canon universal, y tampoco es exclusivo del arte. Es un componente de toda conducta humana. Ahora, si ubicamos la estética en nuestro campo, ésta tiene una función estructural dentro de la comunicación, porque además de decir o proyectar “cosas”, implícitamente deben ser bellas y atractivas para los sentidos a fin de que el mensaje sea recibido abiertamente por la audiencia. Y finalmente, un último prejuicio: Hay una elección espontánea (o inconsciente) de aquellos argumentos para justificar el arte. Es decir, la ideología podría decir tajantemente que “el arte elimina de su universo el 99% de los objetos materiales”. El diseño en este caso no podría, no es espontáneo, busca objetivamente argumentos hacia la funcionalidad de las piezas. Y efectivamente, no hay manera de romper este prejuicio porque el arte es arbitrario y el diseño por naturaleza es programado. Pero ojo, esto no implica que ambos campos deban actuar en dos realidades incompatibles, por el contrario, en la praxis claro que como disciplinas pueden integrarse y apoyarse mutuamente. Me despido, soy Erika, ustedes ¿qué opinan? ¿qué otras ideologías están presentes, no solo que hayan surgido en lo académico, sino en la praxis? ¡Hasta la próxima!
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