Lo de hoy es el nuevo ayer

¿Alguna vez te has sentido obsoleto? Yo sí y créeme que no tiene nada que ver con la edad. Cada día escucho a alguien quejarse de lo mismo: “antes TOOOODO era mejor” y según ellos la vida de antaño era mejor que la de hoy. La música, televisión, productos, cine, arte, tecnología, trabajo, relaciones, libros, etc., todo era superior comparado con lo que existe en la actualidad; hasta dicen que la gente misma era mejor antes, lo divinizan. Bueno señoras y señores, permítanme decirles que a eso se le llama nostalgia y no necesariamente es bueno aferrarse a ella. Añorar las cosas de tiempos pasados no las hace mejor, diferentes sí mas no mejores. En efecto, el conocimiento y experiencia de la gente mayor es algo que admiro, pero algunos asumen que sólo por el hecho de ser mayores que otros en edad, poseen un grado de descrédito hacia los demás y anulan a quien los cuestiona declarándolos neófitos. Una cuestión de contexto. El conocimiento puede provenir de cualquier tiempo, lugar o persona, pero el conocimiento no es aprendizaje. Para aprender algo tienes que experimentar y aplicar el conocimiento teórico adquirido antes, la experiencia es un proceso del cual se puede obtener una habilidad, osea que para ser un pintor, además de conocer la técnica, su historia y exponentes; tendrías que ejercer la pintura. Sólo con la práctica y perfeccionamiento podrás adquirir la destreza que no sólo te hará un buen pintor, sino todo un artista del pincel. Pero actualente observo algo que me deja pensando acerca de la obtención del conocimiento. La manera en la que adquirimos el saber, está cambiando y tendríamos que entender la nueva naturaleza de las cosas para aprovecharlas mejor. Admitir que lo antigüo es mejor sólo por su grado de dificultad, es un error. Si ahora podemos conseguir más cosas de manera más sencilla, es algo bueno. Solucionar los problemas con nuevas formas, es usar el conocimiento para el bien de las personas. Lo malo sería no admitir que esas cosas que llegaron fácil, también podrían desaparecer fácil. A causa del internet, todos estamos acostumbrándonos a la alta velocidad. Lo que antes se hacía en  semanas, ahora sucede al instante; no tenemos que movernos de nuestra casa u oficina para obtener algo. Pero esta velocidad también se traslada a otros aspectos de la vida como relaciones sociales, profesión o aprendizaje y eso es un punto delicado. Cada día demandamos que todo suceda más rápido, instantáneo, exprés. Tenemos acceso un montón de información justo en la palma de la mano, pero a menudo no sabemos cómo usarla porque no la hemos experimentado. O sea que podemos revisar acerca de cómo abordar a alguien para sacarle una cita; podemos leer blogs para saber cómo se usa un aerógrafo o ver tutoriales en YouTube de cómo tocar algún instrumento musical, pero si nunca experimentamos nada de lo anterior, no seremos capaces de aprender. Entonces… ¿el conocimiento también podría ser obsoleto? Aunque la definición de obsolescencia se basa en un tema de tiempo, yo creo que es un tema de funcionalidad. Esos nudos que aprendiste en los boy scouts, cómo hacer el moonwalk o aprenderte los nombres de todos los Caballeros del Zodiaco, es conocimiento pasivo que está disponible para cuando lo necesites; pero todos los días se crea conocimiento y habría que aprenderlo sin importar de quién o de dónde provenga. La lucha del aprendizaje rápido versus el lento, la paradoja del tiempo siempre será algo polémico. Aprender es tomar algo y quedarte con ello. Te conviertes en algo obsoleto si piensas que lo eres y no por las cosas que te definen. Aunque el tiempo pase y las cosas cambien, la condición humana casi siempre permanece igual. La cosas son obsoletas si ya no funcionan para el propósito que fueron concebidas, pero pueden obtener nueva utilidad si cambiamos la perspectiva de las cosas mismas y así encontrar el equilibrio.
AUTOR
Will Soto Bastidas
Comunicador Gráfico, creativo y pseudo músico. Nacido en Culiacán, Sinaloa con más de 10 años de carrera como publicista y comunicador. He trabajado en diferentes agencias y actualmente soy Director Creativo en Publycom Marcas para cuentas como Coppel, SuKarne, Ford, Lincoln, Pakmail, Zulka, Dportenis, Isla Cortés, Gobierno del Estado, Grupo Panamá entre otros. Amo la playa, beber cerveza y escuchar buenos vinilos. Puedes seguirme en Twitter bajo tu propio riesgo: @wsotobastidas

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