Hay que estar un poco locos para ser creativos. Aceptemos esta realidad. Toda actividad que requiera de nosotros cierto nivel de creatividad tendrá como requisito obligado que estemos un poco locos. Así funciona el mundo, yo no inventé las reglas. ¿Cómo saber entonces si yo también estoy un poco loco? Empecemos por aclarar que no me refiero aquí a la locura como algo malo, al contrario, todos tenemos un cierto grado de locura, el secreto está en saber reconocerla, aceptarla y enamorarte de ella. La locura a la que me refiero tiene que ver con tu forma de ver la vida, de afrontar retos y hasta de tomar decisiones. La locura de la que hablo es aquella que te hace ver las cosas de una manera diferente, que te reta a darle la vuelta a esa última idea que veías perfecta y que ahora ya no tanto, que te hace aburrirte de algo rápido, que te hace querer armar un negocio y encontrar la forma de hacerlo, la locura que activa tu mente justo cuando pensabas que ya te ibas a dormir, la locura que te hace cuestionarte todo, que te da la capacidad de descubrir de pronto que te gusta algo que pensabas que no. La locura que pone sonrisas en tu rostro sin ningún motivo aparente. Esa locura es la que le da vida a tu creatividad. Déjate guiar por ella, deja que sea esa fuerza que mueve tus ideas para escribir algo, para diseñar algo, para crear algo. Identifica tus pasiones, ¿qué es eso que te mueve cada día? ¿Qué es eso que no puedes sacarte de la cabeza día y noche? Esas pequeñas pistas te acercan más a poder identificar tu locura, encuéntrala, y deja que fluya, no la frenes, y después compártela con alguien más. Algún día encontrarás a alguien que se enamorará de tu locura y tú de la suya, y hará que se detone al máximo la de cada quien. Robin Williams decía que todos tenemos una pequeña chispa de locura en nosotros, y que no debemos perderla nunca. Hay muchas cosas en la vida que van haciendo que esa chispa se vaya perdiendo poco a poco. La rutina de un trabajo, los sueños que olvidamos, las responsabilidades de ir creciendo… la lista es larga, pero siempre podremos encontrar más formas que la alimenten que aquellas que la reducen. Has algo que nunca has hecho, o algo que te espante, cuestiona todo, escribe un artículo de blog, dibuja, pinta, baila, sal de tu rutina, no dejes que se pierda tu locura y tampoco dejes de mostrársela al mundo. Aprende a amarla, piérdele el miedo al “qué dirán” y a “hacer el ridículo”, eso déjalo para los que no tengan el valor de explorar sus talentos al máximo. Para los que se enamoran de su zona de confort. Sueña en grande, no importa si es para un proyecto escolar o para el negocio de tu vida, lo que sea que te venga en la vida hazlo pensando que será lo mejor que harás hasta ese momento. El Grand Prix de tu vida. Tal vez alguna de las ideas que nazcan de tus ratos de locura te acerquen más a algo realmente increíble, tal vez sea tal y como dice aquella frase que hizo famosa el comercial Think Different de Apple: The people who are crazy enough to think they can change the world, are the ones who do.
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