Ser de la generación X hoy en día es estar consciente de que la generación Y es el fruto de muchas cosas que nosotros siempre quisimos.
Gracias a que tengo ya un buen rato trabajando con ellos, cada vez más joven, me ha hecho comprender su modelo de vida, qué quieren, qué no quieren, como profesionalmente en algunos aspectos son inmaduros, como la educación no está potenciando su acceso ilimitado a la información pero sobre todo, me ha hecho darme cuenta que a nivel empresarial, las compañías no se quieren adaptar a ellos.
Con adaptar no me refiero con contratar a alguien menor de 28 años para que sea un gerente de mercadeo porque “necesitamos entender al mercado Millennial” o “estemos listos porque con los Millennials la rotación de profesionales va a ser muy grande”. Me refiero a que las empresas no sacaron dentro de sus proyecciones el gasto que les provocaría crear un modelo diferente de negocio en donde esta generación aporte lo mejor de sí y no simplemente a los ocho meses quieran irse.
Adaptarse a la fuerza laboral Millennial es entender que sus prioridades no son las mismas que los que crecimos en los 80s. Que su crecimiento personal está antes de su crecimiento profesional, mas debe ir de la mano y las empresas deben ayudarles a que ambos sucedan.
¿Por qué?
En este tiempo me he dado cuenta que es menos rentable cambiar de personal cada 6 meses y no solo por el lado económico: es cansado volver a entrenar personal y educarlos en un campo porque no tienen experiencia necesaria o la adecuada.
Vivimos en un momento en que cada vez vemos más información sobre ellos, que hay que comprenderlos, que es difícil trabajar con ellos o que no hay nada cierto en su futuro a nivel de negocio (ya que no demuestran su pasión como los que somos Gen – X).
¿Cómo es el día a día con un equipo conformado por Millennials?
Hoy la fuerza laboral está llena de ellos. En mis últimos 5 años de vida profesional me ha tocado trabajar más de la mano con ellos -los que denominamos en su momento como Generación Y- y ha sido una experiencia muy refrescante.
Mi generación, la X, fue enseñada a trabajar bajo un solo objetivo, en un mismo lugar por años para lograr ascensos y tal vez, emprender en algún momento, mas esto último no era el objetivo final. Para los “Millennials” este punto, el emprendimiento, es tal vez su objetivo primordial: el poder crear ellos y sentirse dueños de lo que hacen, de su vida.
¿Qué me ha enseñado un buen grupo “Y” en los últimos años?
Hay una vida y esta no se resume en trabajo.
Si bien hay que amar lo que uno hace, lo primero es amar la vida, saber que uno trabaja para vivir y no vive para trabajar. No podemos culparlos por querer ir al cine o salir un fin de semana. Sigamos su ejemplo y rompamos nuestro molde laboral.
El negocio no es su prioridad porque nadie se los ha mostrado.
Las prioridades de una junta directiva no son las de ellos. Me he encontrado con chicos que realmente no les interesa y no entendía por qué. Un día decidí explicarles el negocio de la publicidad y si bien algunos se dormían a otros les interesó. Hoy muchos están haciendo la diferencia en sus negocios o en otras empresas.
La educación vive en un formato viejo.
Las universidades tratan de darle lo mejor a los estudiantes, pero lo mejor lo resuelven con darles lo mejor y último en tecnología, las mejores condiciones a nivel de estructura pero no se preocupan por darle lo mejor que se le puede dar a una generación que ha crecido con acceso ilimitado a la información: desarrollo intelectual.
Los centros de estudio deben cuestionarse lo que ofrecen ahora. Mucho se puede aprender por medio de Google y solo se necesita una oportunidad para ponerlo en práctica.
Las empresas no se prepararon para su llegada.
La mayoría de compañías no quisieron, quieren o querrán ver lo que viene con ellos. Si bien es cierto que para que esta fuerza laboral tome el control de las compañías en su totalidad faltan unos 10 a 15 años, el momento de empezar a ver los modelos estructurales es ya.
Las gerencias tienen miedo de ellos, pero ellos no a ellas.
Van a implicar cambios, muchos y es por eso que las gerencias no quieren su llegada porque como lo dijo Gastón Bigio, el cambio significa cambiar gente y eso cuesta dinero.
Estos chicos llegaron para quedarse. Hoy sabemos que mucho de lo que quisimos es reflejado en ellos y mucho de lo que ellos quieran se reflejará en la Generación Z o como le dicen ahora, los “Centennials”
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