Cuando vayas a ofrecer tus servicios creativos, sean de diseño, de redacción o de planeación, no olvides que el cliente, busca la uniformidad en su comunicación. Pasar de la marca a la imagen corporativa y de ahí a la identidad, que es el reconocimiento inmediato de las características de la marca, requiere de un gran esfuerzo de meditación. Todo inicia con la famosa Axiología Empresarial. Si tu cliente no cuenta con una axiología actual, es decir, que sirva para resolver las problemáticas modernas, tu cliente está haciendo las cosas mal desde el inicio. Ayúdalo. Integra en tu proyecto a algún licenciado en administración que sepa algo sobre la Calidad Total. Deja que él mismo haga un diagnóstico de tu cliente y permítele redactar la Filosofía, la Ideología, la Misión y la Visión de la futura gran marca. Mientras él escribe estas cosas, tú tendrás que dedicarte al Naming. La harás de sacerdote bautizando a una marca. Lo más importante al crear un nombre, es que pienses en su uso fonético, en cómo se va a escuchar cuando la gente, en la calle, lo pronuncie. Se recomienda que uses consonantes oclusivas, de esas que producen un golpeteo en la boca, como la Z, la P, la X o la T. Con estas letras, logras eliminar el ruido o la interferencia que hay entre el emisor y el receptor. Ya que has creado el nombre y su apellido, que es el eslogan, así como la Axiología Empresarial, ha llegado el momento de generar una estrategia de Comunicación Integral de Marketing. Esta estrategia, consiste en lo siguiente: 1- Creación del empaque, de la etiqueta y del logotipo. 2- Sondeo de la conducta del consumidor en Redes Sociales. 3- Determinación del Mensaje Único. 4- Búsqueda de la Supporting Evidence. 5- Generación de una base de datos para hacer CRM. 6- Articulación de acciones promocionales. 7- Establecimiento de los objetivos. 8- Corrección constante de la estrategia. Mientras más detalles le agregues a tu trabajo, mayor será el valor del proyecto y mayor será la fidelidad que lograrás en tu cliente. Diviértete.
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