Los Mass Media, cada vez son más mediocres para transmitir información. Existe un método llamado TET, acuñado por un pensador alemán, que dice: primero, hay que conocer la Tradición, y después, hay que determinar qué es lo que se quiere Expresar para saber cómo Transmitirlo. Los Mass Media, en lugar de ser codificadores, se han transformado en un «vaso comunicante» de datos o de masas de información. Si todas las corporaciones quieren ser diferentes, creativas, pícaras y chistosas, ¿en dónde está la diferencia entre ellas? Ser chistoso (no confundamos el chiste con el desplante) o ser trágico, no es ser creativo. Si el dolor humano es un recurso barato y de mal gusto para impactar a una audiencia (a Eurípides le reclamaron por usar niños en las tablas), la comicidad lo es menos, pero es más difícil de utilizar. El humor es una incomprensión. Me apoyaré en Sartre para explicarme. Decía el amante de Beauvoir que el humorismo se logra haciendo descripciones inocentes. ¿Qué significa esto? Significa que el humor se alcanza adquiriendo el punto de vista del extraño, del L´Étranger, como diría Camus. Ejemplo número uno (parafraseando a Sartre): «Vi que unos adultos mayores, en ajustados calzoncillos, se refregaban contra el piso para abrazar con ardor una pelota de cuero, a la cual llevaban hasta cierta orilla». Podríamos hacer un anuncio que acentúe la incomprensión de las mujeres sobre el rugby, incomprensión que acentuaría la comprensión de los hombres sobre el deporte. Ejemplo número dos (parafraseando a Kafka): «Hoy inicia la guerra mundial. Me iré a nadar». Con este gesto, crearíamos un buen anuncio para un hotel que oferte aislamiento y exclusividad. Ejemplo número tres (parafraseando a Woody Allen): «Cuando el budista logra la unicidad, sigue la duplicidad». Así, con Allen, sería posible hacer un anuncio para vender la idea del progreso científico. En los tres ejemplos, notamos desfachatez, incoherencia e ironía. La ironía, en el humor, consiste en decir algo para decir otra cosa. La ironía, en el sarcasmo, consiste en decir algo para menospreciar los atributos de ése algo. Con todo, los medios de comunicación, o las personas que en ellos trabajan, se han fundamentado en los efectos especiales y no en los contenidos para lograr los mentados humores. Un sonido imprevisible, ojos que giran, cabellos que se esponjan, perros que meditan o esponjas que hablan, más que cosas lúdicas, resultan ridículas. Y el ridículo, o el temor a éste, hace que la gente llegue a la catarsis a través de la observación de las ridiculeces que presentan los Mass Media. El humor inglés, tan famoso por sus reticencias o por su tratamiento científico de la muerte, tiene éxito mundial porque ha sido desarrollado por los maestros de la pluma. Desde un Touchstone shakespiriano hasta el Padre Brown chestertoniano, pueden servirnos de ejemplo. Muchos publicistas se quejan del mal gusto de las audiencias… Pero, cabe preguntar: ¿Los Mass Media afectan al público o es el público el que destruye los contenidos de los Mass Media? Buen día, Comunidad Roastbrief.
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