Todos los días al menos dos personas me preguntan por qué no tengo un blog para darme algo de auto-bombo profesional. Siempre respondo: porque no sé con cuánta frecuencia podré actualizarlo. “¿Qué más da? Si sólo es para que vean que estás ahí…”, responden. Craso error: ya hemos mencionado en otras ocasiones la importancia de planificar correctamente nuestras estrategias comunicativas on-line, de lo importante que es para la imagen corporativa que ni redes sociales, ni web, ni blog, estén “abandonados” debido a la imagen de poca seriedad y organización que ofrecemos. Como reza el titular, un blog desactualizado es sinónimo a un profesional desinteresado. Es preferible para cualquier empesa, ya sea grande o PYME, no tener blog (extrapolable a los perfiles en redes sociales) que tenerlo lleno de arbustos secos rodando como en las películas del Oeste. Como la mayor parte de ustedes ya sabrán, un blog es un medio online a través del cual se publican pequeños artículos escritos (llamados posts), enlaces, fotografías y/o vídeos con cierta periodicidad constante (mínimo dos veces por semana, máximo dos al día para no saturar al lector), periodicidad reflejada estudiada y reflejada previamente en el –no me cansaré de decirlo- plan estratégico de redes sociales (Social Media Plan). La presentación de estas publicaciones es en orden cronológico inverso, es decir, la última se posicionará en la parte superior de la lista de posts. Dichos posts pueden etiquetarse además por categorías, a modo de clasificación temática y pueden ser comentados por los lectores. En cuanto a la tipología, hay blogs de carácter personal (reflejo de vivencias, anécdotas, inquietudes) o corporativo (con un objetivo empresarial como puede bien puede ser la captación de clientes), aunque sendos tipos tienden a fusionarse en el caso de autónomos y emprendedores. Por lo tanto, tendremos en cuenta otra posible clasificación según el número de personas que publican en el blog: individuales (en el caso de una única persona) o colectivos (varias personas colaboran a la hora de crear y subir los contenidos). Generando contenidos Lo ideal en el caso de los blogs corporativos de las PYMES es que sean colectivos para que no recaiga todo el peso sobre una única persona, permitiendo el reparto de tareas si es necesario así como una mayor especialización a la hora de llevar a cabo cada una de ellas. Si por ejemplo tenemos una pequeña academia de idiomas y ya tenemos disponible una página web, ¿crearemos también un blog? Sí, como veremos más adelante, web y blog corporativo no son sustitutivos, sino complementarios ya que tienen usos y funciones diferentes. Y si no tenemos presupuesto para contratar a alguien que genere contenidos, ¿quién escribirá estos posts? Podemos empezar poco a poco e ir abarcando cada vez más ámbitos: Por ejemplo, el dueño de la academia puede comenzar publicando sobre los países que podrás visitar si aprendes cierto idioma (el post no debe hacer referencia a los precios y horarios de los cursos) y, más adelante, si algún profesor o alumno extranjero está interesado, puede escribir sobre alguno de los aspectos culturales de su país, la gastronomía si es aficionado a la cocina. El lector no es tonto, detecta las auto-promociones fuera de lugar, y lo hace con desagrado. Si el internauta llega a un blog esperando encontrarse un artículo sobre las maravillas ocultas de Berlín y se encuentra en medio del texto una alusión a lo baratos que son los cursos de alemán en tal academia, se sentirá engañado y cerrará la ventana en tres segundos. Es preferible que si no es información de calidad, no se publique. De ahí que no sea tan fácil de cumplir el máximo de dos posts al día que señalábamos anteriormente. El objetivo de los posts es despertar el interés de los lectores y atraerlos a nuestro blog, publicando los enlaces de éstos en diferentes medios sociales. Si les gusta lo que ven, los lectores nos darán un voto de confianza y prestarán más atención a lo que queremos transmitirles. Entonces es cuando el blog sirve como trampolín para que lleguen a nuestra web corporativa. Blog, complemento de la web Como hemos visto a través del ejemplo anterior, ambas plataformas online -lejos de ser excluyentes- forman un tándem perfecto: el blog sirve como puente entre redes sociales (u otros medios) y nuestra web corporativa, canalizando a las personas interesadas de algún modo en nuestro sector hasta la página de nuestra empresa. Ellos son los que llegan a nosotros. Y no sólo eso, llegan con interés, de ahí que hablemos de “clientes potenciales” y que el blog sea una herramienta tan efectiva. La web es un soporte de carácter más oficial y corporativo ya que incluye información sobre la empresa (apartado “Quiénes somos”) servicios, productos y promociones que ofrecemos, información de “Contacto”, etc; mientras que el blog es más comunicativo: escribiremos de un modo un poco más cercano e informal (pero siempre manteniendo las formas y el respeto), no hablaremos de nuestro producto directamente sino que trataremos temas sobre nuestro sector o relacionados con nosotros de alguna manera, que creamos que pueden interesar a nuestros clientes. Les atraeremos con contenidos de calidad, útiles y siempre originales, no con “refritos” o corta-y-pega. No infravaloremos nuestras propias ideas, seamos lanzados y originales. Estemos atentos a lo que demandan nuestros clientes, y démoselo. La puesta en marcha de un blog corporativo no es imprescindible para una PYME pero consigue mejorar exponencialmente nuestros resultados, sobre todo, cómo hemos visto, si se integran correctamente las tres herramientas: redes sociales para difundir los posts, un blog de calidad y una web empresarial eficiente. En definitiva, si nuestra estrategia comunicativa online está bien diseñada. No obstante, otra consecuencia de publicar contenido de calidad es que se generan más y mejores comentarios que pueden llegar a ser tan virales como el propio post. Recordemos que ya de por sí los blogs se posicionan mejor en los buscadores como Google que las webs (es decir, aparecen más arriba en la lista de resultados fruto de una búsqueda). Esto es debido a que cada nuevo post cuenta como una página web diferente, que el buscador rastrea e indexa, posicionando dicho blog más arriba, enlace que a su vez conseguirá más visitas precisamente por estar en esos primeros puestos. Comentarios Aunque los blogs no sean redes sociales propiamente dichas, comparten el mismo principio de interacción inmediata con los internautas: a través de sus comentarios, tienen la posibilidad de complementar, opinar o rebatir las publicaciones con otros usuarios o con el propio autor. Si conseguimos un grupo de lectores asiduos interactúen (comenten) en nuestro blog, podemos llegar a crear una comunidad. Si en nuestro blog no se están registrando comentarios tendremos que analizar el motivo, aunque lo más probable es que los temas planteados no resulten atractivos. Los comentarios, muchas veces descuidados por parte del autor de los posts y/o los administradores del blog, son un valor añadido a la propia publicación ya que, por un lado nos permite conocer la opinión y aceptación de nuestras ideas, servicios o productos (y las de la competencia, así como nichos de mercado) y, por otro, complementa el contenido de la publicación, enriqueciéndolo y dándonos pistas sobre futuros temas a abordar en el blog. Para lograr esta “revalorización” de nuestros posts, utilizaremos un sistema de comentarios que facilite a nuestros lectores realizar sus propias aportaciones. Por ejemplo, con el sistema de disqus.com cualquier persona puede comentar sin registrarse o, si lo prefiere, puede hacerlo a través de su cuenta de Google, Facebook o Twitter. Además, este tipo de sistemas también permiten a administradores, autores y lectores a controlar los comentarios y la reacciones de los demás usuarios ante éstos a través de suscripciones. En resumen, una correcta generación de contenidos es la piedra angular de cualquier estrategia comunicativa on-line: un contenido de calidad, publicado periódicamente en nuestro blog y correctamente difundido a través de las redes sociales es muy efectivo para captar la atención del público y que éste llegue a nosotros. Para ello, en nuestros posts no hablaremos de nuestro producto directamente sino que abordaremos temas susceptibles de resultar interesantes a nuestros potenciales clientes y comprobaremos y contestaremos sus comentarios en la mayor brevedad posible: despertar este interés y canalizarlo hacia nuestra web corporativa es lo más importante.
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