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Razonando como economista moderno

Un letrero dice así: “Si compra este producto con otra persona más obtendrá $1000 de regalo”. Un hombre pobre lee el letrero y le sugiere la transacción a un hombre rico que pasa por ahí. El producto cuesta $50. El pobre propone que cada quien ponga $25 para ganar los $1000 prometidos. El rico, a su vez, dice que pondrá su parte y que él se quedará con $800. El pobre dice que eso no es justo. El rico responde que es mejor tener $200 que no tener nada. El pobre acepta.
El economista Nash le llamó a lo anterior `Teoría de los Juegos´. Así razonan los consumidores la mayor parte de las veces. Saber economía es saber un poco sobre la psicología del consumo. Ilustremos con otro ejemplo. Un sajón llega a tierras indígenas para conquistar el lugar. Los indígenas locales dicen que las tierras vislumbradas son de su propiedad, pues sus antepasados lucharon férreamente por ellas. El sajón, fumando, responde: “Bueno, yo también lucharé con ustedes por estas tierras”. Con este ejemplo comprendemos qué es la propiedad privada y cómo las corporaciones compiten para ganar contratos. Tal competencia genera ofertas, tecnología, es decir, genera movilidad económica.
Pongamos otro ejemplo. Unos marinos llegan a una isla y necesitan fumar. El capitán del barco baja y pretende comprarle al tendero nativo todas las cajas de cigarros de un solo golpe. El nativo dice que no, dice que si le vende todo después no tendrá qué vender. El capitán regresa al barco y cuenta la cómica historia, y todos se echan a reír. Lo que no sabe el capitán es que el nativo sabe que los marinos no sólo bajan por cigarros, sino también por refrescos y demás productos. El nativo también sabe que los cigarros son el “gancho” para vender muchas cosas más, sabe que los barcos se comunican entre sí a través de dispositivos móviles para avisarse muchas cosas.
Si entendemos la racionalidad del nativo entendemos, también, cómo funcionan los mercados. Un mercado no es un lugar habitado por la simetría clásica, llamada `oferta-demanda´. Muchos son los factores que actúan sobre la psicología del consumidor. Boulding enseña que la gente no siempre recibe retribuciones inmediatas por sus compras o por sus ofertas (`La economía del amor y del temor´).
Un padre paga la carrera de su hijo y no espera que éste le pague la deuda, pero sí que su hijo sea el mejor en Google. Una bella mujer le compra a su esposo un Ferrari y no espera que éste le devuelva el dinero, aunque sí espera una fuerte masa de besos y agasajos. Un niño le regala a su amiguito su coche preferido y no espera que éste le regale algo más, pero sí espera que éste lo incluya en el club de amigos.
Todas estas transacciones asimétricas van acumulando riquezas y movimientos que los economistas no pueden predecir. Luego, como economistas debemos tener cuidado con las falsas simetrías de la econometría, tenemos que saber que no siempre el público reaccionará como esperamos (decía Wittgenstein que esperamos y sentimos en signos de plural índole).
Otro ejemplo. Un profesor arenga a sus alumnos diciéndoles que todos somos iguales. Los alumnos, creyéndose el cuento, organizan un partido de baloncesto contra un equipo profesional. Los alumnos son amateurs y terminan el partido no sólo humillados, sino lastimados físicamente. John Rawls decía que estandarizar a la población bajo el peso de la idea de la `igualdad´, es un acto injusto.
Si comprendemos todo lo anterior estaremos entendiendo cuáles son nuestras debilidades reales y cómo es el campo de batalla en el que luchan las empresas (Althusser decía que el campo de batalla económico no es homogéneo). Que la pasión económica no nos robe la agudeza filosófica, llamada prudencia.
http://donpalafox.blogspot.mx/

Colaborador invitado
Hoy en día el hombre rico dice que es mejor estarse calladito en casa que sacar los pies del tiesto. Llama a un antidisturbios para que espante al hombre pobre, y luego se queda con los $1000.
Gracias por leernos. Hoy en día el hombre rico es conservador y el hombre pobre es liberal. Lo que no sabe el liberal es que su liberalismo es un conservadurismo repleto de ideología política clásica.
Hoy un burgués o liberal llama a un policía para acallar a un agitador, que es su sobrino, como en una novela de Kafka, llamada “El Desaparecido”.
Saludos.
Atte: Sir Edvard Zeind.
Lo que no contempla el juego es que el rico también necesita al pobre para conseguir su dinero. Y no es el único hombre rico que pasará por allí y que puede estar interesado en la ofertat… La competencia puede jugar un papel ambivalente en este caso para el hombre pobre.
Hola. Muchas gracias por leernos. Decía Wittgenstein que un juego tiene reglas concretas y enarboladas por una situación concreta.
Nash le llama “juego” a su “Juego” porque no pretende que sea una teoría, postulado o reglamento descriptivo de todas y cada una de las situaciones posibles.
En un juego hay “reglas del juego” (del ajedrez), “reglas entre los jugadores” (entre un novato un profesional) y “reglas que nacen del juego peculiar” (tiempo y espacio del juego), juego que se desarrolla en tal o cual momento.
Decir “la competencia” es como decir “laissez faire”. Keynes sostenía que el Estado tiene que intervenir en las actividades de las empresas, pues si no hay intervención los ricos le imponen su ley a los pobres (“mano invisible”, diría Smith), como acaece en la “Teoría de los Juegos” de Nash.
Pensar que Nash no tomó en cuenta estos detalles es como caer en el “hermetismo”, según José Ortega y Gasset. Aprendamos a leer los textos en todas sus dimensiones (literal, intencional e impresionista).
El rico, y Marx lo demostró, necesita menos del pobre que el pobre del rico. El pobre, o proletario, es separado de sus productos a través de lo que Althusser llama “Aparatos Ideológicos de Estado”.
El proletario no es únicamente explotado, y el capitalista no es únicamente explotador. El proletario es mayoría, mayoría estandarizada para repetir lo que cualquier otro puede hacer y para explotar a los de su propia clase social (no tienen “conciencia de clase” ni “instinto de clase”).
Por otro lado, los ricos son minoría, lo cual hace que el pobre no tenga muchas posibilidades de ver a pasar a un rico una y otra vez.
Saludos.
Atte: Sir Edvard Zeind.
Sin embargo, debería matizar para aclarar el punto. Podría decir simplemente: “El pobre acepta, al calcular que no podría encontrar otro socio antes de que expirara la oferta”. Las reglas implícitas deberían ser lo suficientemente “realistas” como para deducirlas fácilmente por puro sentido común…
El ejemplo de los marinos es el mas claro, cada uno piensa en lo que es la manera mas fácil de hacer dinero, pero si lo analizas haces mas dinero no vendiendo todo, si no que, vendiendo un producto puede enganchar a otros, eso depende de la experiencia y visión de cada uno. El rico necesita del pobre para seguir siendo rico.
Hola. Henry Hazlitt dice en un libro que pensar a corto plazo es el defecto más común de los economistas. El rico necesita del pobre para multiplicar su capital fijo (que realmente es variable). El rico necesita que el pobre trabaje más rápido, es decir, lo necesita como instrumento (necesita ablandarlo o machacarlo en el mediano plazo). El pobre es necesario, pero no suficiente para generar plusvalía.
Saludos.
Atte: Sir Edvard Zeind.
El pobre podía haber pedido el dinero al rico y ofrecerle un interés del 50%, con lo que este último también saldría ganando.
No es pobre por que no tenga dinero, sino por que no sabe de economía.
Hola. Gracias por leernos. Pedir crédito equivale a ofrecer garantías, y es sabido en economía que los pobres no tienen credibilidad. Para plantear lo anterior es necesario plantear las teorías de Sen sobre el crédito.
Saludos.
Atte: Sir Edvard Zeind.
Y el rico… ¿por qué no aprovechó él directamente la oferta sin tener que “perder” $200?