Credibilidad es la característica más buscada en esta era. Las personas están cansadas de recibir información errónea y manipulada, por lo que la publicidad debe adaptarse a estas necesidades. Para ello, los comerciales deben ser más interactivos y evitar las palabras que al final eleven las expectativas difíciles de alcanzar. Sony Xperia Z ideó un comercial en el que un peculiar usuario interactúa con el producto, a fin de mostrar los alcances del mismo sin utilizar tediosas descripciones. Esta prueba de producto resulta atractiva, pues nos sorprendemos de ver el aparato en situaciones reales con un inteligente toque de emotividad. La pequeña Anya es la que pone a prueba el Sony Xperia Z. Su papel en el comercial es ablandar nuestros sentidos, pues al ver un bebé se producen reacciones químicas y psíquicas que nos convierten en un manojo de emociones. Una vez que estamos atrapados, entonces le dan el producto, más atractivo que su muñeca. Así juega, “modelando” la tableta y atándonos a dos situaciones: el instinto maternal-paternal y a la tecnología. De este modo, el comercial logra sacar lo mejor de nosotros y del producto, aunque al final olvidemos que hay más detalles que debemos tomar en cuenta para una compra inteligente. http://www.youtube.com/watch?v=kuGTo_-Ii4g