Los ingenieros usan un método de trabajo que puede ser representado con las siguientes siglas: SOLEM. ¿Qué significan? Selección, Orden, Limpieza, Estandarización y Mantenimiento. Apliquemos tal método en nuestra labor de redacción publicitaria. Empecemos con la Selección: ¿Qué palabras usaré en mi mensaje? ¿Por qué? ¿En qué medios de comunicación aparecerán mis palabras? ¿Son tales palabras fáciles de oír en la radio? ¿Son tales palabras legibles en un espectacular? ¿Podrá el locutor pronunciar sin perder demasiado tiempo los términos que propongo? ¿Mi receptor está acostumbrado a tal grupo consonántico? Saltemos al Orden: ¿Pondré el adjetivo antes o después? ¿»Eminente grado» o «grado eminente»? ¿Usaré la inducción o la deducción en mi reportaje? ¿Prometeré primero y argumentaré después o disfrazaré mis intenciones con argumentos? ¿La marca aparecerá inicialmente para inaugurar el discurso o lo hará al final para rematar y persuadir? Brinquemos a la Limpieza: ¿Qué puedo quitar del mensaje sin que éste se vea afectado? ¿Hay alguna palabra, como decía Pound, que no cumpla función alguna? ¿Caigo en la tautología? ¿En el pleonasmo? ¿En la necedad u obviedad? Hablemos, ahora, de la Estandarización: ¿Cómo lograré que el tono de mi spot de radio se mantenga en el espectacular? ¿Los vendedores usarán el mismo argumento que usa la campaña? Concluyamos con el Mantenimiento: ¿Se usará el modo de comunicación propuesto a largo plazo? ¿Conviene hacerlo así? ¿Por qué? ¿Cómo haré que mi mensaje sea creíble en verano y en invierno? ¿Cómo haré que mi mensaje sea creíble en el punto de venta, en la página de internet, en el blog, en las Redes Sociales, en la prensa? Buen día, Comunidad Roastbrief. Imagen cortesía de Fotolia.
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