¿Por qué es más fácil vender con misterio que con razones? Por dos causas: la primera es que ya se han dicho todas las causas por las cuales comprar una aspiradora o una mantequilla, y por tanto la audiencia ya se sabe los argumentos. La segunda causa es que las razones tardan un poco más en ser procesadas por la mente que lo sobrenatural y lo mágico. ¿Cómo venderías una mantequilla sin decir las típicas características? Quizás con el secreto del “hocus pocus”. Para ello necesitarás ir del macrocosmos hasta las partículas; usa colores oscuros e ilumina sólo lo elemental; muestra los detalles que nadie más se ha detenido a observar y juega con las texturas, así crearás el ambiente visual. Para embrujar el oído, utiliza la fórmula musical de Tim Burton. Violines suaves, campanitas, y una orquesta que aumenta su intensidad junto con los movimientos mostrados inundan el ambiente de alquimia y misterio. Agrega un coro celestial en los momentos cumbre. Enfatiza los pequeños sonidos de lo cotidiano para seguir mostrando lo imperceptible. Consigue un narrador experto, de esos que tienen la voz cual tenor y que saben manejar la media voz para que tu copy se escuche como si proviniera de un ser superior que todo lo ve. Por último, muestra el producto principal no más de tres segundos; ve haciendo alejamientos constantes, de manera que vuelvas al macrocosmos de donde todo se originó. Siguiendo estas instrucciones logras capturar todos los sentidos de la audiencia, levantando en fuego el sentido del gusto que exigirá ser atendido.
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