De entre la gran gama de opciones para su utilización, Twitter ha servido como un medio social y de información muy importante. Es bien sabido que el tener un objetivo bien trazado al momento de crear una cuenta en esta red social puede generar beneficios al grado tal de convertir al tuitero en alguien conocido, aun siendo parte del anonimato. Hoy en día, podemos hablar de que la imagen que una figura pública genera, sin importar el medio en el que se desenvuelva (deportista, político, artista, periodista, etc.) puede traer repercusiones importantes. Al grado tal, que los de mayor fama, muy seguramente serán plasmados de una manera satírica en Twitter por medio de parodias. ¿Qué tanta trascendencia pueden tener las parodias? Todo depende de qué tan capaz e ingenioso sea el usuario que las maneje, así como su capacidad para hacerse presente en los tópicos populares y con ello poder generar seguidores. En México, existen un sinnúmero de parodias de personajes importantes (o simplemente pintorescos) que se han hecho referentes de la “cultura tuitera” mexicana actual, convirtiéndose incluso en verdaderos líderes de opinión dentro de la red social (hecho cuestionable, pero desafortunadamente verídico). ¿Son legales? Acorde con los estándares de Twitter (manifestados dentro de su Centro de Ayuda), no hay inconveniente alguno con parodiar a alguien siempre y cuando se siga la reglamentación estipulada. Dicha reglamentación tiene como objetivo el no confundir a los demás usuarios haciéndoles creer que se trata de alguien real, algo similar a una suplantación de identidad. Para ello, se requiere utilizar un nombre de usuario similar pero no idéntico al de la figura pública a quien se quiera parodiar, un nombre real que cuente con un distintivo que aclare que no es la persona verdadera y una leyenda en la biografía que especifique que se trata de un personaje ficticio. Aun así, ¿confunden a la gente? Sí, uno de los grandes problemas con los que se tiene que enfrentar el Twitter día a día, es que a pesar de su gran popularidad, muchos de los usuarios no están lo suficientemente empapados de cómo se utiliza de manera adecuada y terminan siguiendo a parodias con la fiel creencia de que leen (e incluso interactúan) con las figuras públicas reales (lo cual justifica un poco el porqué de su presencia como líderes de opinión). Como un medio de entretenimiento ocasional, el seguir parodias en Twitter puede resultar entretenido. El chiste será, no caer en la trampa de confundirlos y con ello pensar que como piensa y escribe la parodia, lo haría el real. Imagen cortesía de Fotolia.
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