La capacidad viral que se tiene combinando todos los elementos presentes en la web (blogs, redes sociales, páginas de videos, etc.) hacen que sea el ingenio el que domine en cuestiones publicitarias. Ahora, más que extensos presupuestos que permitan que la publicidad llegue a la totalidad del segmento casi por obligación, son las excelentes ideas las que la deben hacer popular para que, con ello, se dé presencia a la marca. Un gran ejemplo de ello, fue el que puso la marca Dollar Shave Club, marca de rastrillos, que llegó a millones de personas por medio de un video, que se llenó de críticas positivas. El video, que la hizo crecer exponencialmente, no sólo fue capaz de atraer al público, sino lo suficientemente hábil como para mostrar los atributos de la marca atreviéndose a compararse con las potencias de la industria. Pero, ¿qué pasa cuando después de excelente publicidad, se cae en lo contradictorio? La empresa mostró creatividad, pero, ¿acaso pudo ser algo fortuito? Y la pregunta es planteada por lo siguiente: su nueva publicidad, ahora está presente en… largas barbas. Sí, resulta que existe una empresa llamada Beardvertising que promueve la publicidad en la barba. La empresa se encarga de contratar a hombres con extensa barba, para que en ella se coloquen pequeños carteles publicitarios. La marca es tan rara, que en la portada de su página web tiene una cita que dice: “Beadvertising. If it ain’t getting you laid, might as well make a few bucks for it”. No sólo es cuestionable lo atractivo, sino lo rentable del negocio. Es decir ¿cuántos barbones se requieren para llegar a un buen porcentaje del segmento? Además, si lo que se busca es mostrar la capacidad de sus navajas, ciertamente, la gente con barba no es la mejor exponente. Con esto, al parecer la marca simplemente demostró que contó con un golpe de suerte y un chispazo creativo. Es importante buscar diferenciación, buscar novedad, buscar originalidad. Pero, en ocasiones -como en ésta-, termina siendo cuestionable por tantos flancos, que cuesta trabajo entender el porqué de la idea. Entonces, más que ver a Dollar Shave Club, como una marca creativa que demuestra que el ingenio puede ser expresado por cualquiera (aunque eso siga siendo cierto), ahora, más bien demuestra que los chispazos le pueden suceder a cualquiera.
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