Una de las tendencias que se observan en la publicidad son los detallados gráficos que se presentan. Algunas estrategias son bien ejecutadas, pero otras resultan demasiado cargadas. ¿Será que el mensaje llega adecuadamente a las personas, o sólo se trata de un esfuerzo por amor al arte? En algunos casos como en el de Sony con su cámara Panorámica 360, el mensaje justifica en parte el cuidado de los detalles. Pero hay otros casos donde la saturación de objetos o de situaciones resulta a veces innecesaria. A nosotros como publicistas nos gusta ver los detalles, buscar el sentido a la publicidad, pero al público quizás se le dificulte por cuestiones de tiempo tratar de descifrar la imagen.
Claro que depende mucho el medio para el que se destinan los diseños, pero en casos como el de Samsonite, a pesar de que refleja varios insights del trato que los niños le dan a las mochilas, a simple vista resulta difícil distinguir de qué se trata. ¿Qué nos muestra esta tendencia? Lo que este tipo de publicidad nos muestra es la visión de las ciudades. En las ciudades está todo concurrido, todo junto y saturado. Colores, olores y personajes se mezclan; cada uno en su situación, en su pequeño mundo, conformando la variada vida de las zonas urbanizadas. Así se encuentra también la mente de las personas, con muchos datos, muchas ocupaciones y preocupaciones.
Quizás, para hacer más eficiente el mensaje, se deba recurrir a las imágenes más limpias, minimalistas que, aunque dejan un mensaje más abstracto, resultan más agradables para la vista. ¿Cuál es la ventaja? El mensaje es rápido, eficaz y tiene más probabilidades de ser captado a la primera, con una menor inversión de tiempo.
La saturación en la vida de las personas las inclina a lo rápido, a lo fácil. Sin duda ambos tipos de publicidad son buenos, pero para producir un gráfico es importante hacer esta reflexión que nos ayudará a elegir el mejor estilo según las ocupaciones y gustos de nuestro mercado.
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