El Coca Cola Summer Love es uno de los festivales más importantes de Israel. A este festival –que se presenta en aquel país de manera anual–, asisten una gran cantidad de adolescentes con el fin de divertirse un rato y pasar una experiencia inolvidable.
Para una gran cantidad de jóvenes es casi obligatorio ir a este festival veraniego aunque sea una vez en su vida. No obstante, aunque los deseos sean muy grandes, muchas veces es imposible lograr el cometido de asistir y, como consecuencia, algunos jóvenes terminan resignándose a quedarse en sus casas y, con ello, hundirse en la decepción y envidia de ver –gracias al Twitter y al Facebook– un diversidad de fotos e información de lo mucho que se están perdiendo.
Afortunadamente, para todos aquellos que pasaban por dicha decepción, a partir de este año ya hubo una nueva modalidad que, aun sin estar físicamente ahí, les permitía no perderse ni un instante la diversión y el gran ambiente de la fiesta.
Se trata de los Social Robots, unos pequeños y curiosos robots que permitían a los jóvenes no asistentes ser parte de la fiesta. Los robots tenían conexión con las computadoras y, por ende, éstas eran capaces de manejarlos. Con ello se abría la posibilidad de interactuar con las personas presentes en el evento por medio de micrófonos, así como de recorrer todas las atracciones gracias a su capacidad para moverse.
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