Las imágenes que se muestran en la publicidad suelen ser reflejos sociales y al mismo tiempo, forman parte de un ideal. Personajes y enfoques que encontramos en la publicidad de otras épocas enseñan bastante sobre las percepciones y estructuras establecidas por las ideologías del momento.
Así, podemos descubrir algunos detalles, como en la explotación de la imagen de la mujer en publicidad que a través del tiempo sólo han mostrado pequeñas variaciones y no un cambio radical como se sugiere. ¿Cuándo fue que la mujer se convirtió en objeto erótico o en objeto ideal para vender?
Al principio de la historia publicitaria, a principios del siglo XX, ilustraciones de mujeres elegantes y modernas se veían por doquier. Cuerpos más redondos de los que estamos acostumbrados ahora eran comunes, pues así apreciaban la belleza femenina, y en pocas ocasiones se mostraban figuras estilizadas, ambas, construcciones de estereotipos.
En esas épocas y hasta la mitad del siglo, la publicidad comunicaba a las féminas que la única arma que la mujer tenía hacia el sexo opuesto era la belleza, por lo que tenía que cuidarse y dar la mejor apariencia para ser digna de ellos. Fue aquí cuando comenzaron los cuidados excesivos en la figura, la piel y los aromas.
Resaltaba en cada imagen femenina una sensualidad cuidada, sin mostrar más que los gestos y, si acaso, un hombro. Estos eran los inicios de la imagen erótica de la mujer que, en esas épocas, eran bastante controvertidos por la imagen puritana que les correspondía guardar.
Los objetos ideales la convertían en el objeto ideal de quien en los años 40 representaba la figura más importante: el hombre. Es en estos años cuando la mujer comienza a ser el personaje secundario en la publicidad, como parte de la familia ideal o en la pareja feliz. ¿Qué características debía tener, entonces? La belleza física era importante pero tenía que ser muy hogareña, dedicada a los hijos y sumisa.
Hasta aquí, ellas siempre bien vestidas. Pero ya en los 60’s, cuando el mundo despierta, se liberan los cuerpos y las figuras, dejando más piel a la vista. La mujer se muestra atrevida ante el hombre en forma de rebeldía y en forma erótica, donde comienza lo caótico para la sociedad y beneficioso en ventas.
¿Qué pasa al final de la década? Sigue la cronología en la segunda parte de este recorrido por la publicidad femenina.
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