La responsabilidad social es un concepto que ha tenido auge en la última década, pero no se trata de un concepto nuevo. Fue después de la Segunda Guerra Mundial que se comenzaron a atender los derechos humanos y laborales para asegurar la estabilidad económica y social, sobre todo. Así, trabajadores y ciudadanos formaban parte de los objetivos de las empresas.
Después de que la atención se tornara hacia el personal, la forma de trabajo se tuvo que dirigir al exterior, hacia el cuidado de los ciudadanos a través de los productos. Es entonces cuando la responsabilidad social de las empresas procuró atender las necesidades reales, tanto materiales como psicológicas.
Desde la alimentación, buenos hábitos, información sobre salud e higiene, hasta la ecología y cuidado el medio ambiente, son parte de la responsabilidad social. Al conjunto de los tres primeros tópicos se les denomina “Healthy Advertising” o publicidad saludable, la cual está enfocada al bienestar físico de los individuos.
Pareciera que este tipo de publicidad ha tenido mayor fuerza en estos últimos años debido a que los malos hábitos se han acentuado en la población, por lo que es necesario hacer mayor énfasis en la salud. Sin embargo, no todas las marcas que hablan de una buena alimentación o que colocan los mensajes de “Haz ejercicio” son aquellas que se orientan a la publicidad saludable.
Las marcas que incluyen la salud desde su planeación y que se nota en el producto, en el mensaje, en la orientación y hasta en el empaque, son las que dentro de sus objetivos está la salud de las personas; por el contrario, las que venden pastelillos y organizan carreras por la salud, sólo utilizan el enfoque para captar mayor atención.
Y tú, ¿qué marcas conoces que apliquen “Healthy Advertising”?
Imagen cortesía de Fotolia.
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