Casanova es el nombre que se da a los hombres que tienen mujeres por doquier a causa de sus habilidades como amante y seductor. Giacomo Girolamo Casanova, como buen italiano del siglo XVI, conocía las artes amatorias, despertando en las mujeres el deseo de poseerlo. ¿Qué marca no quiere ser una Casanova en estos tiempos de competencia? Aquí algunas enseñanzas de este hombre para aprender a ser una marca amada y deseada. 1. Ser literato. Giacomo tenía el arte de la persuasión a través de la retórica. Era un buen escritor, poeta y sabía cómo hablarle a su “target” femenino. Además, su lenguaje era siempre diplomático por lo que podía decir las verdades aun manteniendo finura y educación. 2. Ser aventurero. La adrenalina y las sorpresas que este hombre ofrecía le daba un gran atractivo a las damas, pues el atrevimiento y era muy bien vistos en esa época de normas y castigos duros. Incluso ahora, ser aventurero son puntos a favor de una persona o de una marca. 3. Ser un buen espía. El espionaje no es siempre tarea negativa. Un buen benchmarking o un “misteryshopper” ayudan a agregarle valor y a encontrar las flaquezas de tu competencia para destacar tu marca. 4. Ser ingenioso. Cuando se encontraba en la cárcel utilizó todos los medios que tenía a su alcance para hacer un agujero y escapar. Contaba con una barra de hierro que afiló con saliva y un trozo de mármol. Tras simular dolencias, consiguió azufre de sus cuidadores; junto con una colcha de algodón, una piedra y aceite que recolectaba de sus ensaladas, encendía fuego por las noches para acelerar la profundidad del hoyo. 5. Amar sin perder el respeto. En muchas relaciones, en cuanto uno de los amates comienza a perder el respeto por una mayor confianza, el amor se acaba. Casanova sabía respetar los límites de las doncellas para que ellas marcaran la pauta, pero esto no lo convertía en pasivo; por el contrario, él sabía perfectamente cómo reaccionarían para planear la siguiente movida, de manera que ellas creyeran que las ideas eran suyas. 6. No entregarse por completo. Este italiano creía firmemente en que un poco de prohibición incrementaba la tentación. Una marca entregada a la gente se vuelve melosa, por lo que un alejamiento estratégico puede reforzar los lazos emocionales. 7. Seguridad. Giacomo nunca dio un paso inseguro. Se creía todo lo que se formulaba y tenía plena confianza en sus planes, claro está, con un previo conocimiento de las féminas.
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