Todas las historias tienen una estructura. Sin importar el medio y como empiece o termine, existe una estructura presente en todas y cada una de ellas. En algunas ocasiones es la misma estructura lo que hace de la historia algo único, para muestra un clásico literario como Rayuela, o películas como Pulp Fiction, Irreversible, o mi favorita personal, Primer. Ahora, ¿cómo establecemos una estructura para trabajar con nuestra historia? Existen muchas maneras y fórmulas para establecerlas. En esta ocasión, me gustaría compartir tres estructuras para ilustrar el punto: Los cinco actos de Gustav Freytag Ocho pasos de Dan Harmon El viaje del héroe de Joseph Campbell Según Freytag, un drama se divide en cinco partes, o actos, que algunos se refieren como un arco dramático: Exposición, incremento de la acción, clímax, decremento de la acción, y el final o develación. Aunque el análisis de la estructura dramática de Freytag se basa en cinco actos y obras de teatro, se puede aplicar a las historias cortas y novelas también. Harmon tiene la teoría de que la historia se construye fuera del concepto del viaje del héroe de Joseph Campbell. La idea básica es muy simple: Contar historias es algo natural para los seres humanos, pero ya que vivimos en un mundo artificial, a veces se necesita un poco de ayuda para hacer lo que, naturalmente, haríamos. Y por último, un clásico, el viaje del héroe, que Campbell describió como un ciclo donde primero se abandona, se es atraído, arrastrado o se avanza voluntariamente lejos de ese espacio que conocemos como hogar, internándose en un mundo lleno de amenazas y pruebas. Estos mismos principios aplican a la publicidad y el diseño cuando queremos contar una historia, cuando deseamos decir algo de una manera diferente, única. Establecer una estructura narrativa desde un inicio es colocar los cimientos de lo que será una edificación sólida y fuerte para aquello que queremos contar, sea una obra de teatro, película, o una idea. Así que solo queda escribir. Crea tantos personajes como necesites, tantas historias de ellos como requieras. Haz esto con cada historia que cuentes, con cada guión que escribas, con cada idea que quieras transmitir, hasta que se vuelva un hábito, hasta que te vuelvas bueno en ello, y lo más importante, hasta que encuentres a una empresa o a alguien que te pague por hacerlo.
Comentarios