Como parte del cambio social, las nuevas tendencias y el pico de compra de nuestros consumidores, la medición de actitudes es una vertiente que se utiliza en sentidos diferentes desde hace muchos años.Días atrás, me encontraba regalando uno de los mejores discos que poseía, el Turn On The Bright Lights de Interpol, disco memorable, que tiene más de 12 años. Al tiempo que le argumentaba a mi acompañante que se lo regalaba porque “yo ya no lo usaba” me puse a pensar en el hoyo negro y el intercambio de actitudes que estamos tomando ante la llegada de un ‘todo’ tecnológico. Las antiguas construcciones teóricas, arrojaban modelos explicativos y escalas de medición para comprender precisamente éste tipo de actitudes, y el por qué un cliente compra algo físico. ¿Cuál es el sentido de posesión que provee el producto? Y así, nos encontramos ante un fuerte cambio de actitud en la conducta de los consumidores. Estamos ante una modificación de estilos de compra en el consumidor. Gelles y Levine (2000), mencionaban en sus estudios, que ninguna tendencia cultural o social era estática, que el individuo cambia constantemente sus actitudes adecuándolas a preferencias atemporales, en este caso la música, los libros e incluso las relaciones interpersonales, se han vuelto virtuales. ¿Cuánto me costó conseguir el primer LP de esta banda? Y ahora, simplemente no lo necesito porque existe un mecanismo que me permite comprarlo fácilmente por medio de la web, y que, además, puedo reproducir en todos mis dispositivos por medio de algo llamado “nube”. Estos ajustes en el diseño de compra, es un factor que puede beneficiar de cierta forma el marketing. Seguramente Tim Berner, nunca se imaginó que con la creación de un sistema de distribución de información como es la web, podría modificar tanto las preferencias como el reconocimiento de un producto ante los ojos del consumidor. Citando a Philip Kotler, es por eso que debemos comprender que la actitud de compra y el cambio en el sistema de adquisición, es lo que hace que “todas las premisas del marketing tradicional tengan que revisarse”. Por otro lado, el consumidor cómodo que adquiere productos por medios de licencias, considera que ésta es una acción de desapego físico. ¿Qué tan sano es no contar con un disco en mano, o un buen libro? No lo sabemos, sin duda el mercado en México suben hacia la tendencia del nivel adquisitivo, guiando los patrones de consumo a masificar los servicios y los productos. Probablemente muchas personas regalan discos porque “ya no los usan”, otros más, prefieren adquirir una versión de 875 páginas de Peter Sloterdijk para revisarlo en su iPad. Internet está cambiando la noción de la sociedad y colisiona con el deseo de beneficio de grandes marcas, Kindle por ejemplo, tomó este cambio social como un área de oportunidad y sus ventas por medio de ebooks, subieron catastróficamente a más de 109 MDD por año, impulsando la adquisición virtual no sólo como un lujo, sino, como una necesidad para las personas. Este proceso de cambio es más notorio en la actual producción y circulación de los contenidos en la web, la intención de compra del usuario está siendo completamente virtual, comparada con hace 12 años, cuando a uno aún le apetecía comprar un disco, sacar un librito de lyrics y coleccionar diversos títulos y especiales de una misma banda. Todas estas características físicas o psicológicas que actúan en el consumidor, van de la mano con el producto o servicio que implementaremos. Debemos estar atentos a cambios que van más allá del aspecto social, las tendencias tecnológicas son grandes pilares que unen la comunicación y el marketing como un gran todo. Hagamos de la actitud de compra algo que “si vamos a usar”.
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