¿Se puede ser televidente, consumidor y productor de contenido digital al mismo tiempo? Todos los que hemos visto la televisión, mientras sostenemos nuestro Smartphone, una Tablet o incluso mientras tenemos la computadora encendida, sabemos que esto es actualmente algo posible y hasta natural. Hemos soltado el control de televisor para, cual vaqueros, tomar nuestro dispositivo y comentar acerca de lo que estamos mirando, convirtiéndonos en reportero con una primicia en las manos, a pesar de que nuestra información es sabida por muchos más televidentes. Al tener encendido el televisor, cuando no lo utilizamos como simple acompañante, de alguna u otra forma estamos complementando su contenido, y sus productores lo saben. ¿A qué se debe esto? Somos seres sociales, y las redes digitales nos están ofreciendo la posibilidad de compartir gustos afines con un gran número de personas. Esto no era siempre posible en nuestro círculo cercano, ya que en la mayoría de casos nuestros gustos e intereses no son compartidos con nuestros allegados. Es por ello que, tanto los productores de contenidos televisivos como los anunciantes, están aprovechando este fenómeno para persuadir a su público de compartir y conversar con más usuarios acerca de lo que está presenciando. Así como de complementar la experiencia con contenido extra que ofrecen en otras plataformas. Con la aparición del Internet y años posteriores con la de los dispositivos móviles, muchos pensaron que la televisión sería totalmente relegada, que los anunciantes recurrirían únicamente a las nuevas alternativas. Sin embargo esto no ha sucedido del todo, y los esfuerzos por integrar los medios van en aumento. Es común ahora ver en la televisión frases con el símbolo numeral (#), que invitan a que conversemos en la red social Twitter. Tampoco resulta raro que los interlocutores en televisión nos inviten a dar “like” a su página en Facebook. Las redes se han convertido en un excelente canal de retroalimentación, los usuarios hemos pasado de ser televidentes pasivos a ser unos prosumidores que eligen hacia donde deben dirigirse los contenidos creativos.
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