A primera hora del 9 de noviembre, la cuenta oficial en Twitter del chocolate Crunch, marca propiedad de Nestlé, publicaba un tuit en el que bromeaba sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero. Más de dos horas después el mensaje había desaparecido y por medio de la misma cuenta oficial, @CrunchMX pedia disculpas, argumentando que habían sido víctimas de un “hackeo”. Inmediatamente los usuarios de la red social hicieron intensos reclamos a la marca, además diversos medios de comunicación, internacionalmente, publicaron una nota respectiva al tema. La marca lamentó el mensaje y manifestó en la misma red social que se trató de una mala broma, aunque después en otro tuit argumentó que se trataba de un “hackeo”. Lamentablemente para la marca de chocolates, el daño estaba hecho; muchos usuarios no se quedan con la versión de que la cuenta de Crunch haya sido vulnerada, por lo que han promovido que sus productos no sean consumidos. Esta no es la primera vez que una marca sufre un “hackeo” en Twitter, en México empresas como Liverpool y Cinepolis han sufrido de la publicación de tuits desafortunados: A nivel internacional los casos más sonados han sido los de Burger King y Jeep. En ambos casos los logos fueron reemplazados por los de la competencia, McDonalds y Cadillac respectivamente, y tuiteado noticias como que habían sido comprados.
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