Desde hace unas semanas estoy en Tinder. Lo confieso me descargué la App (es gratuita para mujeres y tiene un coste para hombres, como las discotecas de toda la vida) y sin pensarlo mucho elegí una foto y me creé un perfil. Los primeros días no le hice mucho caso al asunto por cosas del trabajo pero cuando menos lo esperaba se encendió la llama en la pantalla de mi Smartphone. El logo de Tinder (una llama ardiente, un buen caso de uso de imagen y connotación de la misma) aparecía ahí minúsculo junto al de Whatsapp y Facebook. Por lo visto un usuario de Tinder me dió el Like y yo también se lo había dado el día que estuve cotilleando la aplicación. Total que a la media hora estaba enganchada a esto de ver fotos de los candidatos y darle al me gusta/no me gusta. Fue entonces cuando me di cuenta de que algunos consejos de marketer para saber venderse en una foto nunca están de más: – Las fotos de paisajes idílicos o vacacionales son muy decorativas pero no dicen nada sobre ti. ¿El me gusta entonces se aplica al paisaje? – Si te has hecho una foto al lado de una rubia y una morena no esperes que te de un like; nadie entra en baños ocupados. – Está muy bien hacerse una foto con los colegas de juerga pero ¿para qué usas como foto de perfil una en la que eres el que está más borracho o menos favorecido en la imagen? – Volviendo con las fotos de los colegas…¿te estás vendiendo tú o los estás vendiendo a ellos? Quizá es un pack todo en uno. – Un alto porcentaje de usuarios usa como foto de perfil una imagen en la que aparece con perros y/o niños. Bien, la sensibilidad vende, la emoción y la ternura pero mejor no usar la foto si el niño llora o el perro tiene cara de pocos amigos mientras lo agarras por el collar. – Los que usan fotos profesionales en sepia, blanco y negro…¡guau! Os lo habéis currado; quizá demasiado porque usar la foto del curriculum en Tinder no funciona. ¿Habría que pensar en un Tinder profesional para encontrar a tu jefe ideal? Creo que acabo de encontrar un nuevo nicho de mercado. – Fotomontajes de torsos desnudos a lo Channing Tatum. Regalar un curso de Photoshop estas navidades es siempre una buena idea, eso o pedirle ayuda a algún colega que conozca los trucos del software. – Gafas de sol. ¿Rayban patrocina la aplicación mediante Product placement? Eso fue lo que pensé después de la decimonovena foto con gafas de sol. Si no eres bizco o tuerto, ¿por qué esconderse detrás de los cristales ahumados? – Fotos de perfil. Si lo tuyo es un problema de narices, mejor evitarlas. – Selfie, sí pero por favor con la cara sin cortar o no solo con un ojo monstruoso que ocupa toda la foto. Igual lo del curso de fotografía estas navidades no es mala idea. – Fotos de coches/motos/barcos. Ahá, no sabía que había concesionarios con catálogo on-line en Tinder. – Fotos de pareja (e incluso boda) recortadas. La moda cambia muy rápido así que se puede saber si la separación es reciente o no. En fin que no sé si encontraré a mi pareja ideal a través de Tinder pero al menos me ha servido para reflexionar sobre aplícate el marketing a ti mismo. Pd. Durante la realización de este artículo ninguna persona fue utilizada como conejo de indias y sí, mi foto en Tinder cumple con las características estándar; nada de collage, paisajes ni gafas de sol.
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