Todo trabajo que se realice con pasión y con objetivos claros va a demandar muchos sacrificios, que a lo largo del camino posiblemente te dejen casi solo y con pocas actividades sociales. Claro está que las decisiones se toman y se van asumiendo con el tiempo, hay ciertos descuidos que marcarán mucho la transición, creo que de cierta manera, inconscientemente, no llegamos a darnos cuenta de cuándo pasaron o dejaron de pasar ciertas cosas. No sé si te ha tocado, pero a mi sí, pasar fines de semana con tu novia trabajando en la agencia y que tu círculo social casi extinto funcione perfectamente sin ti, visitas familiares fijadas en calendario una vez al año y podría continuar extensamente con más puntos pero lo que vengo a decir es que este camino es el mejor visor de las cosas reales. Todos buscan algo y muchos dejan de hacerlo cuando empiezan a suscitarse problemas o reclamos. Puedo decir que, entre tanto que dejé de hacer, aprendí y conocí cosas nuevas; que entre las personas que se alejaron, se quedaron sólo las que me brindan constantemente su apoyo y que el nuevo rumbo emocional de mi vida haya sido restablecido por un gato que tuve el honor de adoptar. Tuve que cambiar mis hábitos por unos más saludables, para que cuando el cuerpo cobre factura no me vaya tan mal, utilicé mucho la palabra gracias y poco a poco dejé de decir adiós. Resumiendo este corto monólogo puedo decir que a pesar de tantos errores y moretones tengo lo que necesito, a veces cerca y a veces a la distancia. Que la soledad no te consume, la soledad te ayuda a reflexionar sobre tus actos y a corregirte. Vuelvo a usar el gracias para ustedes por llegar hasta esta línea final. Gracias. Imagen cortesía de iStock
Comentarios