Hace poco en uno de mis artículos exprese que tal vez la publicidad nos tenía encerrados en las dimensiones del marketing (expresadas en las 4Ps). Muchos pensaran que la publicidad en realidad es extremadamente abierta, nada conservadora mucho menos ortodoxa, pues está siempre dispuesta a interactuar con otras ramas, para muchos sería la carrera más cooperativa e interdisciplinaria. Pero nada más lejano de la realidad. La publicidad no busca interactuar con otras disciplinas, la publicidad busca absorber otras disciplinas. Estamos atrapados entre sus límites, los cuales no deslumbramos porque estos andan en continua expansión. La publicidad como dimensión más importante del marketing enmarca con mayor fuerza una realidad colonizadora, pues existe marketing de todo: marketing político, marketing digital, marketing social, marketing industrial, marketing internacional, etc. (y esto solo por mencionar los más importantes que se me vinieron a la mente). Sí, La publicidad absorbe todo lo que se cruza por su camino. Pero eso no demuestra que no nos deje ver más allá de ella, por el contrario amplía nuestras posibilidades, para nada nos limita. Sin embargo, sí trasladamos esta cuestión al plano de la historia, tenemos grandes imperios que se expandieron por todo el mundo, absorbiendo civilizaciones y culturas enteras, pero perecieron por su soberbia; le paso al imperio Romano, al Persa, al Griego, y al de Alejandro Magno, anuqué cabe aclarar que este último no cayó por el peso de la soberbia de su imperio sino por el de sus dirigentes, luego de la muerte de su líder. Si la publicidad estuviera inspirada con un espíritu que anda en búsqueda de conocimiento como el de Alejandro Mangón, todo estaría bien, pues él no buscaba destruir la esencia de los pueblos que conquistaba, lo que él buscaba era nutrir su esencia, tal cual como su maestro Aristóteles le enseño. La caída de la publicidad como imperio colonizador y destructor ya está marcada y ha comenzado por sus ciudadanos, los cuales se están viendo víctimas de la migración de nativos de las disciplinas absorbidas. Hoy en día no se necesitan publicistas, se necesitan sociólogos, sociólogos, antropólogos, neurólogos, científicos, ingenieros, programadores, etc. Pero no profesionales de la publicidad (de título) ¿Qué más podemos hacer? Es una pregunta que los líderes de los pueblos invadidos se suelen hacer, y a la cual la única respuesta o la más factible es usar una estrategia de flanqueo, atacar por donde el enemigo menos se lo espera. ¿Pero quién es el enemigo? Estos emigrantes ya son parte del imperio de la publicidad, entones el imperio mismo es el enemigo y como lo expreso AL Ries la gran estrategia de los que están a la cabeza es atacase así mismo, para volver obsoletos a los que están atrás (en este caso los emigrantes). Imagen cortesía de iStock
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