Nadie duda que las redes sociales lo han cambiado todo. Pero a no asustarse: no es mi intención compartir una obvia y fatigosa lista de todas las cosas que ya no serán iguales. Lo que sí deseo es detenerme por un rato en las Reglas de Etiqueta, que también han sido afectadas por las redes y medios digitales. Hay ciertos aspectos que todo el mundo conoce y que sólo mencionaré al pasar; por ejemplo, aquellos acontecimientos que la gente hace saber, principalmente en Facebook, y ante los cuales la reacción es casi automática. El que no le da “like” a un post que anuncia un nacimiento, es claramente un desalmado. Sobre todo si el post incluye una foto del recién nacido (en estos casos es conveniente abstenerse de comentar cosas como “qué feo” o “se parece al profesor de yoga de tu esposa” o similares). De todos modos, aquí se presenta una breve serie de opciones; aquella que se elija dependerá de la relación que uno tenga con el/la autor/a del post: la reacción, de menor a mayor, puede ser un simple “like”, un comentario, compartir la imagen y, ya en el ámbito analógico, irse hasta la clínica para concretar la felicitación personalmente, práctica hoy en desuso. Este sistema, bastante ampliado, se aplica a los cumpleaños, y aquí ya entramos en tema. Si en algo han influido mucho las redes sociales, es en los cumpleaños. Y otra vez, hablamos principalmente de Facebook, que tiene la amabilidad de alertar cuando hay onomásticos. (Hay quien sostiene que esta característica es una de sus dos mayores utilidades; la otra, desde luego, es poder ver fotos de compañeras/os de trabajo tomadas durante sus vacaciones en la playa, es decir, con poca ropa.) Como tantas otras cosas, antes era distinto. Por un lado era más difícil, porque había que acordarse de los cumpleaños; pero después era más fácil porque había menos opciones: o no se saluda, o se llama para saludar, o se va a la casa si existe invitación al festejo, único caso que exige la portación de un regalo. Y listo. Hoy hay muchas más opciones, en Facebook, en otras redes y en la vida no digital. Yo no sé si a todos les pasa lo que me pasa a mí: cada cumpleaños que Facebook me comunica, desata una serie de dudas acerca de la salutación más adecuada. La primera es ¿conozco a esta persona? Y si es así, ¿cuánto la conozco? ¿La conozco en persona o “de Facebook”? ¿Me saludó a mí para mi cumpleaños? ¿Me sirve personal o profesionalmente saludar a esta persona? Es decir, saludarla por su cumpleaños, ¿me acerca la posibilidad de tener sexo con ella, o de que me ofrezca un trabajo extraordinario, o de que no me despida del que ya tengo? (Sí, esta última pregunta es muy interesada y egoísta; y todos ustedes se la hicieron alguna vez.) La duda principal es siempre la misma: en caso de saludar, ¿cómo hacerlo? ¿Con qué herramienta, con qué énfasis, con cuántos signos de admiración, con qué imágenes, en caso de utilizar imágenes? La segunda parte de esta nota, que se publicará la semana que viene en este mismo y amable espacio, consiste casi enteramente en una lista. Pero esa lista no pretende ser un manual de instrucciones, sino sólo eso: una lista, para que todos sepamos con cuántas maneras de saludar contamos hoy, adentro y afuera de Internet. La manera elegida, es decir, la Regla de Etiqueta a utilizar, depende, otra vez, de la relación que cada uno tenga o crea que tiene con los cumpleañeros, y eso es cosa de ustedes. Esa relación puede ser casi inexistente o de amistad indoblegable, y así está ordenada la lista. ¡NO SE LA PIERDAN LA PRÓXIMA SEMANA! Imagen cortesía de iStock
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