En una conversación con un colega comentábamos como sería la publicidad sin emociones, dando solamente spots racionales en donde explicáramos cómo funciona la licuadora, para qué sirve y cuánto cuesta. La publicidad más que ser un canal racional, se convirtió en el trino interno que nos dicta qué sentir, qué pensar, qué adquirir y por qué lo queremos. Pero, ¿cuándo nació todo esto? El ser publicitario emocional nació en los 60s, en la famosa era del consumo, en donde los consumidores no querían beneficios tangibles, sino que deseaban un nexo emocional. Fue cuando surgió la era emocional en donde los beneficios se caracterizaban por sentimientos, acogiendo el punto débil del ser humano, el afecto y el amor. ¿Pero a qué nivel llega todo esto? A tomar posesión del sentimiento más valioso del ser humano, el amor. El amor ha querido ser descifrado por muchos autores pero el elegido hoy fue Robert Strenberg, en donde direccionó el amor en 7 distintas alternativas, en donde las pudimos adaptar a términos más publicitarios para la obtención de mejores resultados al direccionar nuestras campañas emocionales: El cariño: Este es el cariño íntimo que caracteriza las verdaderas amistades, en donde se siente un vínculo y una cercanía con la otra persona, pero no pasión física ni compromiso a largo plazo. Una campaña de Pepsi Cola, en donde muestran amistades compartiendo un momento ameno. El encaprichamiento: Basado en la pasión momentánea, un amor a primera vista. Campañas que tienen un enfoque más de capricho, como una época de descuentos de alguna marca, en donde no importa si no lo necesitas, pero sientes ese deseo de tenerlo. El amor vacío: Basado en el compromiso pero sin pasión o enlace íntimo. Existe el respeto y la reciprocidad. Un ejemplo podría ser una entidad financiera respetable que quiere demostrar su efectividad en su promesa básica. El amor romántico: La unión de pasión, emociones y afecto. Una infinidad de perfumes con un insight románticos, los fideos Knorr demostrando que para el amor no hay límites. El amor compañero o sociable: Es una unión de compromiso sin pasión, por lo general se lo encuentra en amistades duraderas. En el caso de los hombres, cuando están compartiendo un momento de unión en donde la felicidad es el sentimiento predominante, como en un partido de fútbol en compañía de una Quilmes. El amor fatuo: Pasión + compromiso. Representa la relación ideal hacia la que todos quieren ir pero que aparentemente pocos alcanzan. Sin embargo, Sternberg señala que mantener un amor consumado puede ser aun más difícil que llegar a él. En este tipo de historias el producto es el “ayudante”, el desencadenante o el “objeto mágico” que le permite saltar el obstáculo y encontrar la situación. El amor consumado: La tríada, intimidad + pasión + compromiso. El tipo de relación goal o a aspirar. Campañas que nos hablan de matrimonios, nuevos comienzos, amores de verano, romanticismo: Cornetto o Volkswagen. AUTOR Paula Asteroide
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