Para nosotros los latinoamericanos poder culminar con éxito una carrera universitaria es tal cual el fin de una cruzada, que aunque llena de alegrías, nuevas amistades, sacrificios y adversidades, terminarla encarna la gloria total. Muchos decidimos relajarnos y tomarnos unas semanas sabáticas después de sentir todo el estrés acumulado tras la tesis, pensando que ya habrá tiempo suficiente para buscar trabajo, pero no es, sino hasta pasadas las ociosidades que comienza la verdadera acción. Lejos de representar la culminación de una etapa, terminar la universidad solo es el comienzo de otra más grande que básicamente implica nuestro futuro próximo. No digo que sea la etapa más importante en tu vida (otros queremos ganarnos la lotería), pero es de las más enriquecedoras y reveladoras, y de ella depende lo que se supone que harás para ganarte la vida. Pasan las semanas y los meses y aún no encuentras nada de tu área en ningún portal web de empleos ni en los clasificados del periódico, la tensión se hace evidente cuando tu mamá te lanza indirectas en la cena y dormir hasta tarde ya no es placentero así que decides tomar al toro por los cuernos. ¿Cómo empezar? Lamentablemente nuestro diploma no nos dice qué hacer o a dónde ir, pero la clave está proponerte metas. Es evidente que deberías comenzar por tus habilidades, comienza por tus pasantías o prácticas. Como novatos, nos iremos de boca buscando vacantes en agencias de publicidad (si eres diseñador o publicista) o en algún medio de comunicación (si eres comunicador/periodista) y al terminar el lapso de tiempo correspondiente no te contratarán por “falta de experiencia”, irónico pero cierto. Es más hábil buscar una institución o empresa que te ofrezca un plus y que “no lo sepan todo”. Si eres diseñador pudieras hacer tus prácticas en el departamento creativo de alguna empresa dedicada a un ramo específico y tener ese plus en packaging si buscaste en una fábrica de comestibles o en clothing si tuviste la oportunidad con alguna marca textil. De igual manera para el periodista, olvídate de los medios (por el momento) y gánate el plus en deportes siendo pasante de alguna institución deportiva. Yo hice mi pasantía en una institución policial del Estado (y lo volvería a hacer). La primera vez La experiencia, es esa limitante irritante que nos persigue y nos perseguirá por un tiempo, pero teniendo el plus anteriormente descrito, nos darán la suficiente confianza para poder desarrollar nuestros conocimientos y demostrar todo ese potencial desbordante en nuestro ser. Algo que seguramente te ayudará es tener buena presencia en internet. La mayoría de los reclutadores rastrean y verifican algunos datos tecnológicamente sobre el posible trabajador, tenlo presente y sé cuidadoso con la información que compartes. En el momento menos esperado nos llamarán para una entrevista y entraremos en pánico, es normal, pero la clave de todo (y aunque suene cliché) es ser uno mismo. ¿Postgrado? Muchos novatos que apenas reciben su título ya se están inscribiendo en el postgrado “para conseguir trabajo más rápido” y sí, es provechoso comenzar cuanto antes con lo de la “experiencia”, pero la teoría no lo es todo. Un curso, un taller y hasta un diplomado complementarán sin duda tu formación pero no es un mecanismo para conseguir trabajo. Expertos indican (y la lógica también) que hacer un postgrado siendo un recién graduado es perjudicial para esa carrera que aún no comienza, pues puede que no se esté focalizado en las verdaderas necesidades y/o no se adapte a la oferta laboral. Así que por los momentos es mejor calmarse y sacarle provecho a todo ese conocimiento extra que cuenta como experiencia e ir en busca de un trabajo acorde con lo que te gusta.
Comentarios