En el proceso creativo algunas veces modificamos la configuración del diseño, transformamos los elementos, creamos varias alternativas para la pieza final, pero qué pasa cuando el cliente o usuario dice “NO… no es lo que quiero”. ¿A qué le está diciendo que no?… La palabra NO es una valoración en el campo de diseño, indica que deberíamos profundizar en el problema, o bien en nuestro contexto para generar una nueva idea o perfeccionar la que hemos tenido. Tiene muchas aristas, puede ser una negación a la imagen o al mensaje. Supone que la idea no identifica con el target e implica que el concepto, ya sea del cliente o del creativo, sea difícil de asimilar. NO, significa desaturar. Muchas veces el cliente utiliza demasiada información… aquí el trabajo del creativo es sintetizar todo ese caos y convertirlo en un mensaje funcional. Nuestra chamba es guiarlo, convencerlo y argumentar las alternativas. La negación también quiere decir que debemos encontrar un punto medio entre nuestro estilo y sus expectativas. Aquí necesitamos estar conscientes que el cliente o usuario no siempre cederá a nuestra primer propuesta. Por otro lado, NO también sugiere centrar nuestra atención en ser originales. Muchas veces nos valemos de aquellas “influencias creativas” que tenemos, y está bien si las adaptamos a nosotros, eso da forma a nuestro estilo pero nunca debemos obviar que la originalidad tiene una percepción de valor. En ocasiones el cliente puede decir que no a la propuesta porque la califica como una copia, un cliché, etcétera, y prefiere algo más innovador. Finalmente dentro de toda la “frustración” que puede causar, la negación es buena, en nuestro caso porque nos vuelve más creativos, hace que salgamos de nuestra zona de confort. Nos mueve a experimentar para no estacionarnos en lo que hemos estado haciendo. NO, es discutir las ideas, aprender para reconstruir los conceptos. Ir a lo profundo para comprender la diversa gama de clientes que se pueden presentar. NO, implica confiar en el conocimiento del cliente (conocimiento que esté sustentado) para adaptarlo al objeto de diseño. Y viceversa, decirle NO en algunos aspectos del proyecto, es ganarnos su confianza para diseñar de manera más certera y así lograr resolver las necesidades de la pieza. Me despido, soy Erika. ¿Ustedes que opinan? Hasta la próxima. Imagen cortesía de iStock
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