“En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad” ?Arthur Schopenhauer
La música es un elemento que damos por sentado en nuestras vidas, nuestras mamás nos cantan canciones de cuna cuando aún estamos en sus vientres. Nuestra primera interacción con el mundo, incluso antes de alcanzar a verlo con nuestros ojos, es a través de la música, la voz de nuestros padres es una sinfonía para nuestros oídos. Cuando escuchamos por primera vez un ritmo endemoniado con guitarras y tambores resonando, no sabemos a ciencia cierta cómo reaccionar, así que simplemente brincamos, o como le llaman en otras culturas, bailamos, algunos lo hacemos peor que otros, pero de igual forma, nadie se queda indiferente. Nuestra adolescencia puede ser definida a través de la música en una sola frase por el genial Nick Hornby: “¿Escuchaba música pop porque estaba triste? ¿O estaba triste porque escuchaba música pop?” Hay tantas canciones que hicieron nuestra vida feliz y triste a la vez; canciones que invariablemente estarán atadas de por vida a una persona, a un momento, y tal vez, como ese viejo CD que se quedó en casa de tu ex, ese momento se pierde para siempre, jamás podrás escuchar de nuevo esa canción sin que aquel recuerdo, por más bueno o malo que sea, salga a flote acompañado de guitarras, batería y bajo. Una canción termina creando un vínculo y ya sea que despierte nuestros más bajos instintos o nos convierta en Mr. Hyde, la música es capaz de transmitir emociones, y sobre todo generar un vínculo y recordación que es pocas veces superado, es por ello que es un arma sumamente eficiente en nuestra profesión y aquel que escuche Are You Gonna Be My Girl? y no piense en siluetas bailando con fondos de color, sabe de lo que hablo. En muchas ocasiones nos enfrentamos a ideas y comerciales que consideramos obras maestras y la música es una pieza fundamental, por no decir central en ellas, y esa parte también requiere de un gran talento de parte de todo creativo. Siempre que pensamos en cualquier elemento de un comercial, este puede triunfar o fracasar en gran medida por la música o canción seleccionada, y no, de nada sirve colocar la canción de moda en él. Una buena historia puede vender, pero una gran historia, acompañada de una excelente canción puede conectar con las personas, eso, es inigualable. Todos estamos expuestos de igual o peor forma, la vida de todos y cada uno de nosotros, lo notemos o no, tiene un soundtrack, y este es moldeado por nuestras emociones, acciones y experiencias, y lo queramos o no, la vamos compilando y armando en nuestro historial. Así que en beneficio de la ciencia, me hice a la tarea de crear mi propia banda sonora hasta ahora. Tampoco los voy a aburrir con los detalles finos de porqué cada canción está en esta lista, ya suficiente daño les hago a mis dos lectores con todo lo que los obligo a leer. Lo que sí puedo hacer es darles pistas generales y tal vez, tal vez, alguno de ustedes pueda empatar alguna de estas emociones y experiencias acumuladas con estas canciones. Escuchando una de ellas di mi primer beso, dos de ellas le pertenecen a dos de mis grandes amores, incluyendo mi ex esposa, ambas se las llevaron consigo, otra fue indispensable para sobrellevar uno de esas rupturas, una me acompañó al dejar mi casa y familia cuando me mudé de ciudad, otra la escucho en el momento inadecuado y mi corazón se hace pasita; todas ellas son canciones que en automático me ponen feliz, me recuerdan ciertos momentos, mis fracasos, mis aciertos, si, es una lista ecléctica, rara, en español e inglés, y llena momentos significativos que me llevaría mucho tiempo explicar, y no veo a nadie invitándome una cheve, así que mejor los invito a escucharla: https://open.spotify.com/user/labgrafico/playlist/5P1dKsnYhZd7DWT3daCPxE Imagen cortesía de iStock
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