Las imágenes que utilizamos en comunicación gráfica, pasan por todo un proceso donde se abstraen, se sintetizan y proyectan. Ese proceso nos lleva a economizar los elementos, a simplificar la información y configurar el diseño. Veamos… Primero se asimila la información para construir la base de nuestro concepto, se abre la entrada al proceso de creación donde asociamos y disociamos nuestras ideas. Descubrimos el significado, los elementos y los contenidos que vamos a utilizar. Cuando hacemos consciente la idea final que le dará forma al diseño, significa que podemos empezar a designar un valor interpretativo, es decir, trasladamos la información hacia la imagen preconcebida. Si observamos hasta aquí, la economía de la imagen pasa por un camino que tiene cuatro objetivos:
- Desaturación. Al economizar buscamos que nuestro mensaje sea pertinente para tornarlo visible, contundente para que pueda causar impacto y esencial para que lo podamos simplificar con el objetivo de transformarlo en un producto gráfico.
- Interpretación. Al simplificar hacemos más legible nuestra pieza gráfica, se vuelve mucho más dirigible la eficiencia del mensaje. Por lo tanto la audiencia será fácilmente identificada y llegaremos a uno de nuestros objetivos: comunicar la función del mensaje (o bien, hacer emerger la sustancia).
- Autonomía. Cuando proyectamos, el diseño debe hablar como su audiencia para empatar con su identidad. Es decir, la transmisión del mensaje refleja una experiencia que conecta su cotidianidad con el estilo de vida y el lenguaje específico de la audiencia. El reto aquí es lograr un sentido de autonomía en la pieza gráfica, por lo tanto habrá que entenderla en el sentido “POR Y PARA” que le pertenezca a nuestro target.
La economía de la imagen es justo lo que brinda relevancia al mensaje. Lógicamente la decodificación es parte de lo que fuimos designando, llegar hasta ahí y entenderlo es el objetivo final: hacer ver la sustancia del mensaje para convencer o persuadir. Nosotros “moldeamos” la imagen. La transformamos en signos o en arte para que el mensaje sea asimilado y aceptado fácilmente por el público. Si así lo planeamos, deberemos alejarnos del despilfarro de elementos. Me despido, soy Erika. ¿Ustedes que opinan? Hasta la próxima. Imagen cortesía de iStock
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