Los recursos más utilizados para desarrollar presentaciones se basan en el empleo de programas como “power point” o “prezi”. Dichas herramientas no son inconvenientes, la dificultad radica en la manera en que se emplean, en la falta de criterio y de planeación para optimizar sus prestaciones, las propuestas de diseño y de contenido son los elementos que más fallan a la hora de hacer una presentación con estas herramientas. Para los diseñadores el uso de estos recursos terminan siendo incomodos por la limitación de sus ayudas. Sin embargo el éxito de una presentación no se puede basar en el uso de un software, el ejercicio argumentativo termina siendo la parte más importante del proceso. Hay excelentes oradores que pierden el impacto de su charla por desarrollar diapositivas o presentaciones carentes de un lenguaje adecuado para su público. Aunque la presentación de diapositivas no es el principal recurso de un orador, tiene parte importante en el ejercicio de comunicación, aumentando o reduciendo el interés de su audiencia. La combinación adecuada entre diseño y oratoria aumentan la posibilidad de éxito en una presentación. El “story telling” en una presentación es la mayor parte del proceso, la forma en que se habla, los contenidos que se comparten, la empatía con el público y los apoyos audio visuales son complementos de la actividad, de nada sirve unas diapositivas con excelente concepto y diseño si el ejercicio verbal no es competitivo y persuasivo. Nancy Duarte en sus libros Resonate y Slideology logra exponer útiles herramientas que nos acercan a una presentación exitosa, dónde no solo el tema es el eje del ejercicio de contar historias, sino que parte de generar una verdadera conexión con la audiencia en la charla. Aspectos como el tiempo, la voz, el ritmo, los textos y las imágenes, deben planearse con mucho detalle para logar los objetivos de comunicación es estos espacios de divulgación. Es difícil entender como una persona que maneja con gran destreza un tema, muchas veces no cuenta con herramientas que potencien la transmisión de dichos contenidos, es común ver la falta de inversión en tiempo y talento para lograr unos efectivos apoyos visuales en las conferencias, charlas o ponencias a las que se asiste, por cuanto se subestima el poder de comunicación que tienen estos recursos y se desconoce las necesidades que las audiencias presentan a la hora de asistir a dichos eventos El pensamiento visual es otra de las herramientas que se pueden tener en cuenta para logar socializar de manera efectiva un tema, muchos expositores están acudiendo a herramientas infográficas para presentar de forma clara y concreta sus contenidos, logrando un mayor nivel de interés en el público a través de mensajes mejor conceptualizados. Un expositor tiene la obligación de cautivar con sus ideas empleando de manera planificada imágenes y palabras sin desconocer la importancia de los recursos visuales. Garr Reynolds, autor de Presentación Zen nos invita a “utilizar imágenes visuales sencillas y relatos verbales atractivos para expresar ideas con claridad y establecer conexiones significativas con las audiencias”, por cuando se convierte en un adecuado referente para construir espacios de socialización funcionales junto con Dan Roam en Bla Bla Bla quien expone la necesidad de aplicar una gramática visual efectiva y divertida para poder cautivar las audiencias. Las herramientas están puestas al alcance de todos, lo realmente importante es identificar cómo se pueden aprovechar para el beneficio de un expositor y su audiencia, de tal manera que ésta última en cualquier espacio de socialización de conceptos no llegue a morir por “power point”. Imagen cortesía de iStock
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